La Cofradía del Cautivo entregará esta tarde el galardón de Cautivo de Oro al joven arista local Jesús Castejón, el popular payaso Sarapín maestro en números mágicos. Agradece el galardonado este reconocimiento y apunta, cuando se le pregunta por la Semana Santa melillense, que no tiene nada que envidiar a las del resto del país, aunque apunta que los cristianos deberían llenar todos los días los templos y no sólo durante la Semana de Pasión. Melillense de pura cepa, Jesús Castejón apunta que nació "en un edificio rodeado de amigos que tienen vinculación con el arte, como Iván y Toñi Ortega, pintores excelentes; futuros músicos como Sara Ahmed o Tomy el fotógrafo", de ahí que lo suyo con el arte estuviera casi predestinado. Afirma, con apenas 32 años, que le quedan muchas metas por conquistar.
- ¿Qué vinculación tiene con la Cofradía del Cautivo y con el mundo cofrade en general?
- Pues la verdad… ningún vínculo con la cofradía más que el de presentar una gala solidaria que organizan todos los años, en fechas navideñas, para ayudar a los necesitados. Llevo diez u once presentando esta gala. He perdido la cuenta, la verdad, pues no se lo tengo anotado como si me debiesen algo (risas).
- ¿Qué supone para Jesús Castejón ser el Cautivo de Oro de este año?
- Pues, sinceramente me siento halagado, pues aunque intento colaborar en estos actos solidarios que me piden con una actitud de no esperar nada a cambio, mentiría si digo que no me agrada que hayan pensado en mi, aunque los ayudaría de igual modo si no me lo hubiesen dado.
- ¿Habrá discurso de recibimiento del galardón?
- Sí. Dedicaré el reconocimiento a los que me han ayudado en todos estos años en esa gala; a cualquiera de mi equipo como Sarapón, mis técnicos de sonido, tramoyistas…; cualquiera lo merece de igual modo.
- ¿Qué opina de la Semana Santa de Melilla?
- Opino que no solo se debe ver el cristianismo en estas fechas, pues las Iglesias están vacías el resto del año. Está muy bien hacer promesas e ir detrás de los tronos pero sin duda el cristiano necesita de la oración diaria, la comunión, la bendición… me apena ver vacios estos templos. Igualmente doy gracias a que existan estas cofradías que aún interpretan con los tronos todo lo sucedido en los últimos días de la vida de Cristo.
- ¿Algo que envidiar a las del resto el país?
- Bueno, partiendo que la envidia ya sería un pecado, como dice la Biblia "Muchos son los llamados y pocos los elegidos", no me quedo con que a ver los tronos asistan menos personas que en la península sino que me quedaría con el amor de los que asisten. –
- ¿Piensa que la juventud se implica en su potenciación, mantenimiento y proyección futura?
- No. Cierto que hay jóvenes que sí trabajan y sienten por la Semana Santa, pero creo que hay una mayoría que lo ve atractivo para "la foto", una pena. También desconozco si por parte de las cofradías dan charlas sobre la Semana Santa y las cofradías, vería necesario antes de meterlos en un trono, el recibir algunas catequesis sobre esta Semana y lo que para el Cristiano y para nuestras vidas significa.
- ¿Se conoce el trabajo que realizan las cofradías?
- Sin duda hace falta más difusión.
- Al recibir el Cautivo de Oro vamos a conocer a un Jesús Castejón distinto al de los escenarios. ¿Cómo se definiría?
- Cristiano en primer lugar, con un sinfín de pecados, salvado en innumerables veces por Dios, con sufrimientos que únicamente los supero y los sobrellevo si en mi día pongo a Dios lo primero, que viene a ser ponerme el último -cosa casi imposible-. En resumen, feliz.
- Desde el punto de vista artístico, siempre se habla de las limitaciones de Melilla, pero ¿esto le puede impedir seguir creciendo? ¿Cuáles son sus aspiraciones?
- Puede impedir avanzar porque no hay muchas escuelas ni ramas artísticas con academias para formarse, ni parece existir un interés por parte de las instituciones en fomentarlo. Si hay escuelas de danza, música, pero ¿dónde queda el teatro? ¿La escritura? ¿El cine? ¿Artes plásticas? ¿Artes afines? Son necesarias. Melilla está llenísima de autodidactas, buenísimos autodidactas que hemos aprendido de la mejor manera aunque la más lenta, el aprendizaje a base del error.
¿Mis aspiraciones? Ser feliz, no ambiciono la fama, solo poder seguir trabajando y viviendo de esto. No descarto un show en un gran teatro pero también adoro un espacio pequeño y familiar como un cumpleaños.
