Investigadoras de la UGR impulsan la salud materno infantil en Melilla a través de la educación nutricional

El proyecto de investigación INUGES-Melilla ha sido impulsado por un equipo multidisciplinar de profesoras de la Facultad de Ciencias de la Salud de Melilla liderado por la investigadora Elisabet Fernández Gómez, dentro del Programa de Proyectos de Investigación UGR/Ciudad Autónoma de Melilla 2024.

Esta iniciativa ha evaluado el impacto de una intervención educativa nutricional en mujeres embarazadas de la ciudad, tras detectar, en una tesis previa, importantes carencias alimentarias y de conocimiento durante el embarazo.

La realidad que este proyecto de la UGR ha constatado es que la mayoría de las embarazadas no saben qué deben o no deben comer o porqué el médico les manda tomar, por ejemplo, ácido fólico. Tampoco suelen conocer la composición de los alimentos, ni saben interpretar las etiquetas de los alimentos.

En definitiva, un desconocimiento nutricional común en toda la población, especialmente preocupante entre las embarazadas por las consecuencias que puede tener una mala alimentación para ellas y el feto, como hipertensión arterial, preeclampsia, obesidad, diabetes mellitus, aborto o alteraciones en el crecimiento en los niños.

De ahí la importancia de una dieta adecuada y unos buenos hábitos, imposibles si no hay un conocimiento previo, que ha sido el objetivo de este proyecto de la UGR, en el que las profesoras reclutaron a una quincena de embarazadas para analizar sus casos y formarlas con consejos nutricionales, que han sido la llave de un cambio a mejor.

Las gestantes, de diferentes edades y culturas, coincidían en sus estilos de vida poco saludables. La inactividad física, el alto consumo de alimentos ultraprocesados y ricos en azúcares añadidos y grasas eran un denominador común en el grupo, igual que el uso de aceite de girasol y el descenso en el consumo de frutas, verduras y productos frescos.

Aprendiendo buenos hábitos

Durante el curso 2024/25, el grupo de gestantes participaron en sesiones presenciales y a distancia orientadas a mejorar sus hábitos alimentarios, conocimientos nutricionales y salud general. Las actividades combinaron clases teóricas, recursos digitales y seguimiento individualizado, adaptándose a la diversidad cultural local.

Entre los principales resultados, destacan mejoras en la calidad de la dieta, mayor adecuación a las recomendaciones nutricionales y un incremento en la ingesta de proteínas, fibra, hierro, magnesio, potasio y vitaminas clave, como el ácido fólico y la vitamina A. También se observó un aumento del conocimiento alimentario y de la conciencia sobre la importancia de la nutrición en esta etapa.

El grado de satisfacción ha sido muy alto entre las participantes, lo que refuerza la necesidad de fomentar la educación nutricional como estrategia preventiva en salud materno infantil.

El proyecto ha sido presentado en el 65º Congreso de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición.

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