Lo que iba a ser una intervención rutinaria de seguridad en el tráfico, acabó siendo una actuación de gran calado, en la que se logró un alijo de droga importante y un arsenal de armas de todo tipo. Todo comenzó cuando ayer por la tarde la Policía Local recibió una llamada de un ciudadano en la que advertía de la presencia en la Cañada de Hidum de un vehículo con matrícula marroquí que estaba haciendo “trompos” -girando sobre sí mismo a gran velocidad-, en la entrada del barrio, con el consiguiente peligro y en pleno estado de alarma, que obliga el confinamiento salvo por causa de fuerza mayor. Los agentes, al llegar, vieron al automóvil con las puertas abiertas y estacionado junto al edificio de pisos. También se percataron de la presencia de otros dos coches sospechosos, que resultaron esconder en su interior drogas y armas de fuego. Una dotación del Grupo de Prevención y Reacción (GPR) de la Policía Local acudió en la tarde de ayer para intervenir tras una denuncia telefónica en la que se avisaba del coche haciendo “trompos”, en la zona de entrada a la Cañada de Hidum, junto al edificio de pisos de protección oficial.
Hallaron el vehículo en cuestión, con matrícula marroquí, ya estacionado, aunque con las puertas abiertas y sin nadie en su interior. Al proceder a su registro, los agentes sospecharon de otros dos automóviles estacionados en sus proximidades.
No se imaginaban la intervención que estaban a punto de protagonizar. En uno de los coches hallaron 85 dosis de marihuana, 55 gramos de cocaína preparadas en pequeñas dosis, 70 pastillas tranquilizantes, una pieza de resina de hachís y 38 dosis de hachís que pesaron 72 gramos.
Aun siendo importante el alijo, lo más sorprendente iba a llegar durante la inspección del segundo vehículo, que parecía más un arsenal de armas que un medio de transporte. Allí hallaron una carabina de aire comprimido, tres cortacañas de grandes dimensiones, diferentes municiones de fuego, como 40 cartuchos de 12 milímetros, 7 cartuchos de los que se usan para caza mayor (tipo ciervos o jabalíes), 400 euros y tres básculas de precisión, lo que da a entender que se trataba de sendos puntos de venta de droga para consumo individual.
Refuerzo de la Policía Nacional
En el intervalo de la llegada de la grúa para llevarse los coches intervenidos, comenzó desde las azoteas colindantes una lluvia de objeto contundentes, como piedras de gran tamaña, hormigón, sillas, mesas e incluso garrafas de 8 litros llenas de agua que, lanzadas desde lo alto del edificio, eran extremadamente peligrosas. Al ver los GPR de la Policía Local que comenzaban a ser agredidos, solicitaron el refuerzo de la Policía Nacional. Entre ambos cuerpos de seguridad consiguieron controlar la situación y llevarse los materiales aprehendidos para una posterior investigación que dé con los propietarios de las drogas y las armas halladas en la jornada de ayer.
La actuación, a pesar de violencia empleada contra los agentes, acabó sin heridos ni detenidos, dado que los vehículos se hallaban desocupados y los que arrojaban objetos huyeron, pero las Fuerzas de Seguridad confían en dar con los autores a través del material incautado, especial los vehículos, para un posterior arresto por estos hechos.
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