Hola KIKO. Esta mañana estoy triste. Me dicen tus amigos, mis amigos que después de luchar, de sufrir, ese ser maligno, ese ser injusto te ha arrebatado de nuestras vidas, de nuestras charlas, de verte y de disfrutarte. De disfrutar de la amistad de un buen tipo, de un tipo honesto, trabajador, profesional y sobre todo de un buen amigo. De una buena persona. No es justo. Me vienen a la memoria muchos momentos. Momentos de trabajo duro, intenso, arriesgado, momentos en los que siempre demostraste a todos lo que es ser un profesional, lo que es ser un buen Guardia Civil, de esos de los que cada vez quedan menos, de los que lo son porque nacieron para serlo y no podrían ser otra cosa. De los que siempre están aunque no se les vea. Momentos de risas en los Pinos con nuestras familias preparando una paella, de hermandad en el amplio sentido de la palabra. Momentos de nervios preparando una intervención. Se me mezclan muchos momentos y te recuerdo sonriente, alegre, siempre dando ánimos. Amigo mío….. te voy a echar de menos.
Siento estar lejos, tan lejos que la distancia me impedirá poder decirte adiós al lado de Marta, a la que envió un beso muy fuerte…. No, Marta, te envió mil besos para agradecerte todo lo bueno que siempre has hecho por nuestro amigo Kiko y por nosotros. Me gustaría abrazarte y decirte que no estás sola, nunca vas a estar sola, que tienes muchos amigos que te quieren y que vamos a ayudarte, que vamos a seguir estando contigo como antes, como siempre.
Kiko, hoy es un día muy triste. Alguien se equivocó, no tenias que irte aún, no nos merecemos el quedarnos sin tu presencia, sin tus sonrisas, sin tus ánimos. Kiko, te quiero. Sera un placer volver a verte algún día en algún sitio. Hasta entonces, no te olvides de nosotros, porque nosotros no podremos olvidarnos nunca de ti. Hasta pronto amigo.
