“Hemos vuelto a nacer” afirman los ciclistas agredidos junto a la vía del tren

El domingo 18 de septiembre de 2016 será un día que jamás olvidarán los tres ciclistas melillenses que fueron atacados en el camino junto a las vías del tren que va de Beni-Enzar a Nador. "Ahora tenemos dos cumpleaños porque hoy (por ayer para el lector) hemos vuelto a nacer". "Hemos visto la muerte muy cerca" ha admitido uno de ellos porque asegura que los agresores buscaban acabar con sus vidas. "No iban solo a robarnos, querían matarnos" subrayó. "Nunca temimos tanto por nuestras vidas como este domingo" exclamó, para describir la situación de terror que padecieron al ver cómo les atacaban con un hacha, un cuchillo y una ‘machota’.

"Hemos tenido suerte al fin y al cabo" aseguraba uno de las víctimas porque el suceso que vivieron el domingo en el camino que existe junto a la vía de tren que comunica Nador con Beni-Enzar pudo acabar con sus vidas o dejar a uno de ellos parapléjico. Tan ese así que no dudan en afirmar que "hemos vuelto a nacer" porque se libraron de la muerte por centímetros, los centímetros de distancia que había entre órganos vitales y los impactos recibidos con un hacha, un cuchillo o una machota.

El peor parado recibió un hachazo en el hombre derecho así como dos puñaladas, en el brazo y pierna derecha igualmente, que necesitaron ocho puntos de sutura. El segundo podía haber quedado en silla de ruedas para toda su vida si el golpe con la machota le hubiera dado en una de las vértebras, como le admitió el médico que le atendió ayer en el Hospital Comarcal, después de ser golpeado con este objeto contundente en plena espalda. Para evitar complicaciones, fue vacunado de la antitetánica. El tercero tuvo un poco más de fortuna y se libró de las agresiones con arma blanca, pero no así de las pedradas.

Los tres pueden contarlo porque tuvieron la valentía de enfrentarse a sus agresores con piedras, hasta que estos huyeron y ellos escaparon a la carretera principal, para llegar ensangrentados a Melilla, donde fueron atendidos de urgencia. Si las heridas físicas son dolorosas, aún más lo son las morales porque ninguno de ellos jamás había vivido una situación.

Por último, han negado que ninguno de ellos sea policía o guardia civil, desmintiendo así los comentarios sobre una venganza por su condición de miembros de las FyCSE.

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