La asociación Harraga se pronunció un día después de la concentración en la que cientos de melillenses reclamaron más seguridad en Melilla, teniendo a los menores de la calle como primer punto del manifiesto. Según expuso una de las activistas, Sara Olcina, no resulta “lógico criminalizar a un colectivo de todos los delitos” que se cometen en Melilla. Por su parte, también apuntó que había observado que el discurso de la concentración se había suavizado en el grupo de Facebook, ya que afirmó haber leído comentarios “muy agresivos” y que incitaban al odio hacia los menores. Un día después de la concentración en la que cientos de melillenses reclamaron más seguridad en las calles, la asociación Harraga declaró a este diario que los menores extranjeros no acompañados se habían convertido en un “chivo expiatorio” al que culpar de los actos vandálicos de la ciudad. “No es lógico criminalizar a un colectivo de todos los delitos que se cometen”, manifestó Sara Olcina, activista y trabajadora social de la entidad que atiende a los niños que viven en la calle.
Tras leer el manifiesto de la concentración del pasado viernes, la representante de Harraga lamentó que se siguiera criminalizando a los menores, que aparecían en el primer punto de la lectura. Además, Olcina apuntó que había observado que “el discurso de la concentración se ha ido suavizando en las últimas semanas”. En este sentido, indicó que cuenta con capturas de pantalla de comentarios publicados en el grupo de Facebook a raíz de la manifestación, con contenidos “muy fuertes y muy agresivos, que incitan al odio” hacia los menores y los adultos de la calle.
La asociación, además, insistió en que, tal y como afirmaron fuentes oficiales “como el juez de menores, Álvaro Salvador”, menos del 10% de los infractores de la ciudad son menores extranjeros no acompañados. Asimismo, sentenció que sí existe una sensación de inseguridad mayor de la que realmente hay. “Es una sensación que también está promovida por el tipo de discursos que culpa a los menores de la calle de todo”, añadió. Finalmente, matizó que con estos niños habría que trabajar de una forma pedagógica, no autoritaria.
