El Tribunal Supremo, según El País, en la deliberación sobre la ejecución de la sentencia del caso Filesa, relativa a la financiación irregular del PSOE, solicitaba el expediente relativo a la sentencia que en 1994 se dictara contra el ex alcalde socialista de Melilla, Gonzalo Hernández por un delito de infidelidad en la custodia de documento público por el que fue inhabilitado. El Supremo pretendía emplear el criterio que en el caso de Hernández, de acordar que la ejecución quedada aplazada "por razones de prudencia" a la espera de que se pronunciara el Constitucional sobre la tramitación de un recurso de amparo.
El Comarcal corroboraba el olvido de unas pinzas quirúrgicas en el abdomen de un paciente y reconocían que era algo tan excepcional.
El Tribunal Supremo, según El País, en la deliberación sobre la ejecución de la sentencia del caso Filesa, relativa a la financiación irregular del PSOE, solicitaba el expediente relativo a la sentencia que en 1994 se dictara contra el ex alcalde socialista de Melilla, Gonzalo Hernández por un delito de infidelidad en la custodia de documento público por el que fue inhabilitado. El Supremo pretendía emplear el criterio que en el caso de Hernández, de acordar que la ejecución quedada aplazada "por razones de prudencia" a la espera de que se pronunciara el Constitucional sobre la tramitación de un recurso de amparo.
El Comarcal corroboraba el olvido de unas pinzas quirúrgicas en el abdomen de un paciente y reconocían que era algo tan excepcional.
Ya puede realizar su compra en la “Versión Digital”, en formato PDF, a través de…
LOS NACIONALES SE DESARROLLARÁN DESDE ESTE VIERNES AL PRÓXIMO DOMINGO El C.D. La Salle, el…
El Club Ágora de Gimnasia Rítmica de Melilla organizará el 4 de junio una masterclass…
La nueva edición de la Feria del Libro de Madrid arranca este 30 de mayo,…
La U.D. Melilla anuncia la incorporación de Álex Ortolá, mediocentro procedente del CDA Navalcarnero, para…
La primera Bienal Flamenco Madrid ha arrancado este viernes con una exposición del fotógrafo Javier Enrique Fernández, en el patio…