El hallazgo de una acrópolis romana en Melilla la Vieja despejaba las dudas sobre el concreto asentamiento de la importante ciudad romana del norte de África de la que hablaban los historiadores Plinio o Tolomeo y cobraban aún mayor importancia al coincidir con la aparición, en la excavación cercana que se realizaba en la antigua casa del gobernador, de una moneda púnica de la que hasta entonces sólo se había hallado dos ejemplares similares en el mundo.
El delegado del Gobierno, Arturo Esteban, afirmaba que estaba documentado el 100% de los menores acogidos por Melilla, cuyo trámite instaba a la Ciudad como organismo responsable de su tutela. Se trataba, en concreto, de 50 expedientes, 24 en régimen de acogimiento, 20 con residencia legal y 4 en obtención de la TIR.
