Vivimos en un mundo cada vez más digitalizado, en el que se usa internet para todo, ya sea en el ordenador del trabajo o en el móvil personal. En este contexto, proliferan las amenazas con ciberdelincuentes que aspiran a hacerse con nuestros datos más sensibles con fines maliciosos.
De ahí, la importancia de protegerse adecuadamente con medidas como las siguientes.
En Melilla, como en otras ciudades, se estila mucho conectarse al Wi-Fi de cafeterías, centros comerciales o bibliotecas, redes públicas que permiten ahorrar datos pero pueden dejar toda la información de nuestra conexión expuesta, especialmente si no se encuentran protegidas por una clave robusta y variable.
Para evitar padecer accesos indeseados a nuestros datos sensibles, la mejor solución es disponer de una red VPN privada como la de surfshark.com para que la conexión quede cifrada, dejando tu información a salvo de intentos maliciosos de intercepción.
Evita contraseñas como ‘123456’ o ‘melilla2025’, ya que son realmente endebles. Para tus passwords utiliza combinaciones de letras mayúsculas y minúsculas, números, caracteres y símbolos.
Tanto esta recomendación como la de no repetir contraseña, que pueden ser complicadas de aplicar, se hacen muy fáciles de cumplir si se utilizan gestores de contraseñas como el de Google o los que ofrecen los sistemas operativos de los dispositivos, al asignarlas automáticamente y ayudarte en general a organizarlas y protegerlas.
Asimismo, para los servicios digitales más sensibles, como por ejemplo la aplicación de banca online, es recomendable que actives la autenticación en dos pasos, (2FA) para que el acceso esté regulado por dos barreras distintas, pongamos por caso una contraseña y una identificación biométrica o un código que se envía a tu teléfono.
Con ello, contarás con una capa adicional de seguridad si tu contraseña es vulnerada.
Un buen antivirus te protegerá frente a virus, malwares, troyanos y otros tipos de softwares maliciosos. Pero, asegúrate de mantenerlo siempre activo y actualizado, dado el gran número de nuevas amenazas que aparecen cada día.
Con todo, tampoco te relajes por tener un antivirus operativo, precisamente por lo que acabamos de comentar de los virus novedosos que van irrumpiendo, ya que en el mejor de los casos se obtiene una protección contra las amenazas conocidas, pero no para las desconocidas que todavía no han sido detectadas.
Muy relacionado con el punto anterior, está el de la actualización de sistemas operativos, softwares y apps, algo de lo que conviene no pasar ni ir posponiendo para más tarde, por la sencilla razón de que estas actualizaciones también sirven para implementar parches ante brechas de seguridad recién descubiertas.
Para tenerlo todo en orden, configura tus dispositivos para que se actualicen automáticamente, y revisa periódicamente que no haya nada pendiente de actualizar.
No hagas clic en enlaces que te lleguen por correo o WhatsApp si no estás seguro de su procedencia. Esta precaución es extensible a los archivos adjuntos, debido a que ambas son unas de las vías favoritas de los ciberdelincuentes para desplegar prácticas de phishing, que buscan el robo de datos tan sensibles como los que dan acceso a tus cuentas bancarias, con todo lo que eso puede suponer.
Para hacerte picar utilizan lo que se denomina como técnicas de ‘ingeniería social’, esto son cebos como ofrecer un regalo, advertirte sobre un problema con un envío e incluso inventarse supuestas amenazas a tus cuentas bancarias, siempre con el propósito de que pinches en el link para derivarte al sitio web donde quieren que dejes tus datos para poder tener acceso a ellos,
Al navegar por internet, asegúrate de que la web empiece por el protocolo ‘https://’, y tenga el candado en la barra del navegador. Esto indica que la comunicación entre el site y tu dispositivo está cifrada y es más segura. Una precaución que es más esencial todavía en cualquier lugar en el que vayas a dejar información sensible, ya sea para reservar un viaje, comprar en una tienda digital, etc.
Haz copias periódicas de tus archivos importantes en una memoria física externa, en la nube o en ambas por lo que pueda pasar. Así podrás recuperarlos en caso de pérdida, y si tienes un negocio por pequeño que sea, te permitirá proteger la información que tengas almacenada (tanto de su operativa como de los clientes) ante eventuales ataques de ransomware, orientados al secuestro de datos para luego pedir un rescate. Algo que no es privativo de las grandes empresas, ya que los ciberdelincuentes buscan ahora precisamente presas fáciles por pensar que estarán menos protegidas.
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