Por Farid Mohamed
A las 12:00 horas de ayer, tuvo lugar en el Centro Deportivo Socio-Cultural Militar de Melilla un emotivo acto institucional con motivo del Día de la Seguridad Privada. Este evento anual sirvió como reconocimiento a la importante labor que desempeñan los profesionales del sector en la protección de personas, bienes e infraestructuras, así como en la colaboración constante con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
El acto fue presidido por destacadas autoridades civiles y militares, entre ellas el Comisario Principal del Cuerpo Nacional de Policía en Melilla, José Antonio Togores Guisasola; el Coronel Jefe de la Guardia Civil en Melilla, Jesús Rueda Jiménez; la Secretaria General de la Delegación del Gobierno, Jallat Abdeslam Mohamed; y el Segundo Jefe de la Comandancia General de Melilla, Félix Abad Alonso y Miguel Marín Cobos Vicepresidente de la Ciudad Autónoma de Melilla.
Durante sus intervenciones, los representantes institucionales coincidieron en destacar la vocación, la responsabilidad y la profesionalidad que caracteriza al personal de seguridad privada. Subrayaron que estos hombres y mujeres, que hoy suman más de 488 vigilantes activos en Melilla distribuidos entre 13 empresas del sector, representan una pieza esencial en el engranaje de la seguridad ciudadana.
«Hoy celebramos mucho más que un día señalado en el calendario», expresó el Comisario Principal Togores. «Hoy rendimos homenaje a quienes trabajan en silencio, con entrega y constancia, por proteger lo que más valoramos: nuestra tranquilidad, nuestro entorno, nuestra vida cotidiana.»
Por su parte, el Coronel Rueda destacó la estrecha y eficaz cooperación entre la Guardia Civil y la seguridad privada. «Este reconocimiento es un testimonio de confianza y de respeto mutuo. Cada actuación de un vigilante de seguridad suma, contribuye, refuerza nuestro trabajo conjunto.»
La Secretaria General, Jallat Abdeslam, subrayó en su discurso el componente humano y vocacional de esta profesión: «Estas menciones honoríficas no son solo medallas o diplomas. Son símbolo de historias personales de esfuerzo, de noches en vela, de intervenciones valientes. A través de ellas agradecemos profundamente a cada uno de ustedes por su compromiso diario con la legalidad, con la ciudadanía y con la paz social.»
Durante el acto, se hizo entrega de 64 menciones honoríficas a vigilantes de seguridad que han destacado por actuaciones ejemplares, conductas meritorias o trayectorias profesionales impecables. Cada galardonado recibió un reconocimiento público ante sus compañeros, autoridades y familiares presentes, en un ambiente de emoción y respeto.
Este homenaje no solo puso en valor el trabajo cotidiano y muchas veces invisible de los profesionales del sector, sino que también sirvió para fortalecer la relación entre las instituciones del Estado y el ámbito de la seguridad privada, remarcando la importancia de seguir avanzando juntos por una sociedad más segura y cohesionada.
El evento finalizó con un aplauso prolongado a los homenajeados, seguido de un vino español de cortesía que permitió compartir experiencias y reforzar los lazos entre los distintos cuerpos y empresas presentes.
Una jornada de orgullo y gratitud, donde se reconoció que la seguridad no solo se garantiza desde lo público, sino también desde la entrega, preparación y humanidad de quienes forman parte de la seguridad privada.
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