Gregorio Escobar dimite como secretario general del PSOE por el “caso voto por correo”

Gregorio Escobar anunció ayer por la tarde su dimisión como secretario general del Partido Socialista de Melilla (PSME-PSOE), después de que se le haya comunicado la apertura del juicio oral por el llamado caso del voto por correo. "Me voy con la satisfacción del deber cumplido, la conciencia tranquila y la cabeza muy alta por haber trabajado por mi ciudad y por mi partido", señaló. En rueda de prensa, el que fue hasta ayer líder del PSOE local, subrayó que tanto él como sus compañeros implicados en este caso "demostrarán" en los Tribunales su inocencia. En este sentido, Escobar recordó que ya en septiembre de 2014 adelantó que no se presentaría a las primarias para candidato a las elecciones autonómicas por verse imputado en este caso. Es más, señaló que hace diez días, cuando se conoció la calificación fiscal, también anunció que no tendría ningún problema en asumir la responsabilidad orgánica ante sus compañeros del PSOE cuando se produjese la apertura del juicio oral.

Ahora, y tras conocer este martes la apertura de juicio oral, Escobar procedió a comunicar a la Comisión Ejecutiva Federal y a la Comisión Ejecutiva Regional su renuncia al puesto de Secretario General del PSOE melillense. "Mantengo la coherencia de lo que he dicho siempre, que una cosa es la responsabilidad política y otra la responsabilidad penal, y vuelvo a reiterar mi inocencia y la de todos los compañeros inmersos en este proceso judicial", expuso.

Escobar, emocionado durante su comparecencia, tuvo palabras para sus compañeros inmersos en este proceso: "Me consta los momentos duros que están pasando, porque, a pesar del convencimiento de esa inocencia, no es plato de gusto que, por no haber hecho nada, se les acuse, se les pida años de cárcel y se les ponga en el brete de perder su trabajo y el sustento de sus hijos".
"Hay un momento para cada cosa y éste es el momento en el que les anuncio mi renuncia al puesto de secretario general", insistió Escobar, poniendo fin así a una etapa de 11 años, "de día a día en el quehacer político". Aunque, eso sí, se va "con la enorme satisfacción de haber servido" a su ciudad y a sus convecinos allí donde le ha puesto la responsabilidad".

Al respecto, el ex líder del PSOE local reconoció que llevará siempre con él haber sido delegado del Gobierno en Melilla, algo que le permitió trabajar "desde la más alta instancia a favor de la libertad e igualdad de los ciudadanos". También agradeció a sus compañeros de partido haberle permitido liderar el PSOE, un partido "que representa los más altos valores en política: la igualdad, la libertad y la justicia social" y un partido en el que "caben todos los melillenses" y que "es el único, de cara al futuro, que puede hacer que Melilla progrese al mismo nivel y al mismo ritmo para todos".

Escobar también se va con la tranquilidad de saber que el Partido Socialista "está por encima de cualquier personalismo, y que tras más 80 años de historia en Melilla sigue fuerte". Así se refirió a las elecciones del pasado domingo, en las que han recuperado una parte fundamental del apoyo que perdieron en el año 2011, lo que demuestra que "estamos en el camino correcto".

Y tranquilidad, insistió, por saber que "hay compañeros que van a recoger el testigo de este puesto y de los puestos de responsabilidad en el partido, que representan lo mejor del socialismo melillense".

Tras la dimisión de Escobar, que conlleva también la dimisión de toda la Ejecutiva socialista, la Comisión Ejecutiva Federal nombrará en unos días una comisión gestora, que es la que estará al frente de la formación hasta que se celebre el congreso que elija al próximo secretario general del PSME-PSOE.

Finalmente, y a preguntas de los periodistas, Escobar habló por las declaraciones vertidas por el presidente del PP local, Juan José Imbroda, en las que aseguraba que no querría verse en la piel de los socialistas inmersos en este proceso.
"Imbroda no puede ponerse nunca en la piel de un socialista porque representamos la lucha por la igualdad y la libertad, e Imbroda representa el caciquismo, la sospecha de corrupción, el aumento del paro y la pobreza y 15 años de retroceso de Melilla", subrayó. "Me siento muy orgulloso de que Imbroda se sienta incapaz de ponerse en la piel de un socialista", concluyó.

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