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Francisco Robles, convencido que julio será “el mes del cambio de signo” de la obra del nuevo hospital

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Se declara convencido el director territorial del Ingesa, Francisco Robles, en cuanto a que en este mes de julio se producirá un "cambio de signo" en relación a las obras del nuevo hospital universitario, en el sentido de que prevé que se levante la paralización judicial que pesa sobre esta actuación desde hace dos años. Todo ello, fruto de las sentencias dictadas y de la negociación abierta entre las partes en litigio (Ingesa y la UTE adjudicataria). Pero además señala que este verano será un periodo "crucial" para la infraestructura sanitaria melillense, puesto que se marcará el inicio de las obras de remodelación del Centro de Salud de Polavieja.

En cuanto a la obra del nuevo hospital, se tienen fundadas y razonables esperanzas que en este mes se desbloquee la actual situación; por un lado, con el levantamiento de la orden judicial de paralización de la obra y, por otro, -ante las sentencias ya evacuadas sobre el litigio- con el posible, que se espera leal, entendimiento de las partes para la reanudación de la obra.

Como prueba de ello se han aportado detalles de la dotación presupuestaria anual de INGESA desde 2012 a 2014, en los que aparecían reflejados los apuntes justificativos de la dotación crediticia para esta obra. Por todo lo anterior, es perfectamente posible que tras el verano la obra se reinicie y se avance e, incluso, se concreten otras actuaciones que complementarían el proyecto modificado por INGESA en septiembre de 2012, actualmente el único válido, ya que cumple todos los requisitos que la legislación vigente exige.

Así está el tema. Son ya casi dos años los que la obra está paralizada por orden judicial y a instancias de la U.T.E.; pero tras recaer dos sentencias favorables a INGESA, cuando menos en la cuestión de la propuesta de proyecto modificado reclamado por la U.T.E. y parecer derivarse de las mismas una "invitación" judicial al entendimiento de las partes como mal menor. El escenario parece haber cambiado.

Aunque no debe olvidarse que INGESA tiene esas dos sentencias favorables y que, llegado el momento, puede poner como base de sus actuaciones futuras. Queda -poco, pero queda- espacio y tiempo posibles para el encuentro. Julio debería ser el mes en el que la situación se desbloqueara, ya que es claro que la actual situación no es beneficiosa para ninguna de las partes y la, al menos aparentemente, ausencia de otras salidas, debería desembocar en que las obras se retomen a la mayor brevedad posible.

Ese interés se ha plasmado también en el jalonamiento de los diferentes pasos, sobre todo para intentar evitar que se produzcan situaciones indeseables como la que venimos padeciendo. Así, tras la elaboración del proyecto, éste ha cubierto ya su paso preceptivo por los servicios técnicos de INGESA, con lo que se entra ya en la fase de elaboración de los pliegos, para los que se ha puesto julio como plazo para su elaboración.

En cuanto a los cambios tecnológicos y de equipamiento, hay que destacar -junto a otras mejoras de las que se dará debida cuenta- que se dotará al centro de climatización centralizada, abandonando el ya arcaico sistema que existía de consolas murales y condensadores en las paredes. Éstas y otras actuaciones, como la adecuación del edificio a la normativa vigente, justifican el importante presupuesto que INGESA va a dedicar a la obra, 1,7 millones de euros.

En este nuevo escenario se le encargó al equipo de Atención Primaria, bajo la dirección del gerente, el estudio de alternativas. Desde el principio la más razonable por espacio, dotación, comodidad para usuarios y trabajadores, ubicación física, disponibilidad de aparcamiento, era el centro de salud de zona centro y en ello se está. Me consta que en estos días se está ultimando un documento que se presentará a la parte social para su debido conocimiento, aunque, lógicamente, la rumorología esté ya en marcha, pero aún el estudio no está acabado en su fase de borrador.

Personalmente soy optimista, hemos doblado ya el Cabo de Hornos de la legislatura, que ha sido muy duro, pero tengo la convicción de que será el Cabo de Esperanza el que nos impulse ya; porque conozco la identidad de intereses y objetivos de la Dirección de INGESA y del propio Ministerio de Sanidad, especialmente de la Secretaria General, con los de la ciudadanía melillense; por ello estoy seguro de que este período que comienza nos va a dar muchas satisfacciones, sobre todo a los asegurados de INGESA y, en definitiva, a los melillenses que usan nuestros servicios.

Redacción

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