Francisca de Pedraza, un ejemplo de vida para las víctimas de maltrato

El Colegio de Abogados de Melilla acogió ayer tarde la presentación del libro "Francisca de Pedraza: mujer, madre, esposa… maltratada" del abogado Ignacio Ruiz Rodríguez, catedrático de la Historia del Derecho, que relata la historia de esta mujer que en pleno siglo XVII logró de los tribunales que le concedieran el divorcio de un marido que la maltrató y vejó durante años. La Viceconsejería de la Mujer y el Colegio de Abogados arroparon la presentación de este libro que relata la historia de una mujer valiente que se atrevió a denunciar. El caso de Francisca de Pedraza tiene una especial relevancia dentro de la historia del derecho en nuestro país, porque, tal como recoge magistralmente en la publicación el catedrático de la Historia del Derecho, Ignacio Ruiz Rodríguez, se trata del primer caso judicial que abordó un caso de violencia de género.

El autor dio con este caso de forma casual, mientras preparaba su tesis doctoral y se propuso poder sacarlo a la luz y darle el realce que merecía. De esta forma salió a la luz este libro: "Francisca de Pedraza: mujer, madre, esposa… maltratada" que resume las vicisitudes de una mujer que en pleno XVII se atrevió a denunciar a su maltratador.

Francisca
Tal como explicó Ignacio Ruiz Rodríguez en el acto, Francisca de Pedraza había sido criada y educada en un convento de Alcalá de Henares al quedar huérfana de padres. Las religiosas concertaron su boda con Jerónimo de Jaras, pero Francisca, que pensaba podría realizarse como madre y esposa, se encontró que se casaba con un monstruo que la maltrató y vejó desde el primer día. Fruto de una de esas palizas, Francisca llegó a abortar. Recurrió a la justicia ordinaria, que la remitió a la eclesiástica que sólo amonestó al marido, que como consecuencia, le propinó otra paliza. Entonces recurrió al nuncio papal que le permitió llevar el caso a otra instancia judicial y entonces acudió a la audiencia de la Universidad de Alcalá de Henares donde el magnífico jurista Don Álvaro de Ayala, tras conocer el caso, escuchar los testigos dictó una sentencia histórica: le concedía el divorcio, dictaba la primera orden de alejamiento del marido, al que obligaba a devolver la dote a la mujer, que se iría a vivir aparte con sus dos hijos. De esta forma se ponían fin a diez años de maltrato.

Según se señaló ayer en la presentación, este libro es un claro homenaje a todas las mujeres que son víctimas de malos tratos, a las que se animó a ser valientes y dar el paso como hizo Francisca, y denunciar. La denuncia es el primer paso para poner fin al infierno de la violencia machista.

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