Fomento rehabilita la capilla de Santiago y el Escudo de Carlos V

La capilla de Santiago, una de las dos bóvedas de estilo gótico de Melilla la Vieja, y el escudo del emperador Carlos V ubicado también en el primer recinto fortificado, serán objeto de una concienzuda rehabilitación a instancias de la Consejería de Fomento, que destina algo más de 21.000 euros, con ayuda FEDER, a esta actuación que acomete la empresa Doranjo en un plazo de dos meses. En cuanto a la Capilla de Santiago, la última Restauración de la capilla de Santiago que se conoce fue dirigida por el arquitecto Javier Vellés a principios de los noventa del siglo pasado. Según una breve reseña histórica, en 1553 se derribó la iglesia de Melilla la Vieja por lo que empezó a ofrecerse culto en la Capilla situada en el túnel de Santa Ana, junto a la boca de entrada de las galerías subterráneas, favoreciendo sus oraciones y recogimiento. El lugar llegó a acoger en su lado derecho una hornacina en arco carpanel, donde estuvo colocada la imagen del santo Apóstol, a cuyo pie debió colocarse un altar. Hasta que fue restaurada la Iglesia de la Purísima Concepción hace unos años, donde apareció otra bóveda, la de la capilla de Santiago era el único "gótico" del casco antiguo, que forman parte de los escasos "góticos" que se conocen en todo el norte de África.

El espacio presenta un deterioro acusado provocado por la contaminación generalizada en la parte superior de agentes biológicos que han surgido por la falta de ventilación. El deterioro de la piedra es tal que se ha disgregado provocando la pérdida de material y por tanto la pérdida de definición de la talla. La cortina de la Puerta de Santa Ana presenta un estado de deterioro generalizado.

En cuanto al Escudo Imperial de Carlos V, a lo largo del siglo XX se fue deteriorando y ha sufrido varias restauraciones que han recuperado algunos de los elementos que se borraban con el paso del tiempo. La restauración de 1952 recuperó la zona de las alas del águila. Una restauración posterior acometida por el contratista Ginés Adán (anterior a 1990) y finalmente la intervención del arquitecto Javier Vellés que ha sido la última hasta la actualidad y que ha recuperado la cabeza que estaba prácticamente perdida, de acuerdo con un proyecto firmado en 1996.

En estos momentos se ha podido comprobar que la piedra ha sufrido alteraciones. Los problemas que plantea este material pétreo se manifiestan en mayor medida en el exterior. Uno de los problemas de conservación mas importante en la piedra es su exposición a los cambios de temperatura y humedad (lluvia, pájaros, plantas, etc.)
Los trabajos de rehabilitación se prolongarán por espacio de dos meses. Han sido adjudicados a la empresa Doranjo y su coste es de 21.447 euros, financiados con fondos Feder.

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