Tras conocerse que la Guardia Civil ha formulado este pasado fin de semana en Melilla 23 denuncias administrativas en materia de navegación a motos acuáticas y embarcaciones de recreo, de las cuales 16 fueron por no respetar la distancia de seguridad en las zonas de baño y poner en peligro a los bañistas, y 7 por diversas infracciones, usuarios de embarcaciones han pedido a las autoridades un poco más de flexibilidad para no acabar con esta actividad.
Un melillense con una embarcación de recreo ha señalado que “sería deseable un poco de flexibilidad, si no queremos terminar con el poco de actividad náutica, que nos queda, si no es mucho pedir”
Al respecto, ha admitido que “está bien que controlen las embarcaciones y la documentación, pero la cala última -antes de llegar a Aguadú-, no es zona autorizada, lo es bajo responsabilidad del usuario, así como la zona rocosa circundante, porque existe peligro de desprendimiento”.
Asimismo, ha reconoció que “algunas motos y embarcaciones no respetan la velocidad, eso es lo más grave”. Por último, ha destacado que “a los perritos le habilitaron un lugar para bañarse.
Por todo ello, ha insistido en su mensaje de reclamar flexibilidad “para no terminar con poco de actividad náutica, que nos queda en Melilla”.
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Flexibilidad con la actividad náutica
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