Categorías: Opinión

Felicito a Farid Mohamed por su gran documento bares de Melilla

Leí, creo que el día 13 con mucho detenimiento e interés, todo lo relacionado con ese gran escrito y documentación publicado por Farid Mohamed. Grande y hermoso trabajo paisano sobre los numerosos bares de gran “tapeo” que desde 1909 hasta la fecha, al parecer han ido desapareciendo del “mapa melillense”. En alguna ocasión en mis escritos sobre la Melilla que yo conocí en los años 50 y 60, he comentado algunas cosas y anécdotas vividas por mí, sobre todo en los 60 sobre algunos de esos bares que han desaparecido y ahora lo voy sabiendo gracias a ti Farid, a mi hermano Manolo que vive por el barrio Real y algunos amigos cuando en ocasiones hablamos de aquellos tiempos, de las cervecitas y vinitos que nos tomábamos, sobre todo al medio día a la salida del “currelo”, o bien sábados y domingos en nuestros paseos por la ciudad, la vida en Melilla era eso, ir al cine y antes o después tomar algo en nuestros queridos y por mí añorados bares melillenses.

Como tu documento data desde 1909, por supuesto, que muchos de los nombrados por ti no los he conocido, la mayoría. Otros, por supuesto que si y de verdad, los recuerdo como si fuese ayer, yo que he vivido en Melilla solo hasta finales de 1970 y comenzaría a rondar esos bares de la época sobre todo a partir de los 16 años más o menos, es decir desde 1966 hasta el 1970, recuerdo algunos de los que tu mencionas y espero no te sepa mal comente algo de mi cosecha personal sobre ellos (ya lo he hecho en alguna otra ocasión, pero, me brindas la oportunidad, repito, con ese gran trabajo tuyo de recordar algunos detalles que yo almaceno también en mi mente con gran agrado y satisfacción).

Otra cosa que desconocía era lo del origen de la tapa que bien relatas, creo haberlo leído anteriormente no se si en otro documento, o bien en ese mismo Diario melillense meses atrás (me refiero a lo del Rey Alfonso XIII, en su visita a Sevilla en 1912, la cerveza que se tomaba en la “rúe”, el aire arenoso africano y la gran ocurrencia del camarero que le “tapa” el vaso con la loncha de jamón, y de ahí “posiblemente” el origen, como bien narras de “la tapa”.

Y qué tapas, han servido desde siempre en nuestros numerosos bares melillenses, yo que siempre he sido más de comer que de beber, soy incapaz de consumir una cerveza o vino si no “engullo algo sólido” para abrir boca, además, siempre han sido, que yo recuerde unas tapas bien abundantes y las de cocina calentitas y recién hechas, sobre todo, ¿cómo no?, predominaban las tapas de “pescaito” (al escribirlo sin la “d” de pescadito, el monitor me lo señala como falta ortográfica en rojo, pero no, en Melilla siempre ha sido “pescaito” y no pienso rectificar), siempre bien fresco, frito o a la plancha, como también esas coquinas o almejas que se habrían enseguida al calor de esa plancha y condicionadas con un buen chorro de limón, así de simple, pero, ¡Qué ricas!
Cuando íbamos al cine Nacional o Monumental mi novia y yo solos o con alguna otra pareja amiga (Pedro y Lina, Paco y Rosi, José Luís y Mari Carmen, Enrique Suárez y novia (ahora mismo no me viene su nombre, lo siento), etc), la parada era obligada en Casa Solís, allí nos hacíamos medio bocadillito (además de la tapa) de atún con tomate y a nosotros nos gustaba un vino Azpelicueta blanco muy fresquito que entraba “divinamente”, así no nos pillaba la película con el estómago vacío. Aquellos cines de Melilla, entonces existían muchos para elegir, con su NODO, el trailer de otros futuros estrenos y en ocasiones aquellos dibujos animados para amenizar, como Ton y Jerry, Bug Bunin, Pato Donald, etc.

Al salir del cine, si el presupuesto lo permitía y regresando para casa por la calle Castellar camino de Horcas Coloradas, ya solos (mi novia y yo), solíamos tomarnos una cerveza o un vino, en el Savoy con una tapa de corvina a la plancha muy rica, o en el Bar Andalucía creo que era también en Castelar a mano izquierda subiendo, que hacía esquina creo recordar con la C/ Málaga, la cuál era muy cortita y conducía desde Castelar subiendo unos pocos escalones hacia Padre Lerchundi, allí la tapa que más nos gustaba eran unas sardinas o boquerones abiertos, fritos adobados, además si era domingo allí cogía el díptico dominical con el resultado de los partidos de liga y la quiniela. Enfrente, teníamos la Bodega Madrid con todos sus barriles de diferentes vinos y esas típicas sardinas asadas, era muy frecuentado por la tropa militar melillense y claro, también por nosotros, los lugareños, un poco más arriba en la misma acera y haciendo esquina creo que estaba el Bar Mediterráneo, más abajo como mencionas incluso con una foto en la misma puerta donde se encuentra con unos amigos el célebre José Mª Íñigo, teníamos La Espuela, a mi era también uno de los bares que más me gustaban, era muy pequeño, con poco espacio, solo la barra, servían de tapa una cazuelitas pequeñas con paella recién hecha al mediodía y mi preferida era la de calamares en su tinta, regado con un buen rioja entraba “demasié. También recuerdo que al lado mismo se encontraba una papelería muy famosa que utilizábamos mucho los colegiales de Ataque Seco, era Casa Mateo y por allí mismo subíamos por unas escaleras al colegio y mis hermanos más mayores al de Don Isidro, justo encima de la iglesia del Sagrado Corazón.

Era lo que teníamos y creo seguirá siendo así, nuestras citas y encuentros en los diferentes bares de tapeo melillenses, hoy quizás también se salga más a comer a los restaurantes de la ciudad, en aquella época, por lo menos en mi caso y de muchos más eso se daba solo en bodas, incluso en comuniones y bautizos la cosa era más casera.

Como bien mencionas en tu escrito Farid, quien no se acuerda de los bocadillos de La Flor de Melilla y por allí cerquita también de los de calamares calentitos de La Cave y sus patatas fritas artesanales, no era necesario entrar, te servían en la acera por una especie de ventanilla (¡Ay! quien los pillara ahora). Cuando hablo con amigos y conocidos aquí en la península, los cuales hicieron en su día el servicio militar en nuestra querida Melilla, y tengo que decir que ellos mismos también, independientemente de la lejanía de sus hogares y las condiciones militares de la época, me dicen que la recuerdan con mucho agrado y cariño, sobre todo a su gente, el trato familiar que se les dispensaba y, ¿cómo no? sus bares, entre ellos los que más me mencionan recordando aquellos “largos meses de mili”, eran El Caracol antiguo con sus apreciados caracoles blancos y ese condimentado especial bien picante, esto tenía su “paradoja”, “los caracoles picaban bastante y claro, cuando terminabas la cerveza ya pedías otra para aliviar el picor, pero claro, con otra tacita de caracoles y eso era la pescadilla que se mordía la cola”, también ponían otra tapa que a mi me gustaba más (los caracoles no han sido nunca de mi total agrado) unas patatas bravas, pero, cocidas y aliñadas con su pimentón y picante, no eran fritas con “ajoaceite”, además creo que le añadían unas tiras de anchoas, esa tapa también era muy popular en el Bar Aragón por el Industrial (éste al parecer, aun existe y con éxito, como siempre), luego hicieron el Caracol Moderno por las cercanías de la Avenida, hace unos días leí que existe un Restaurante (ahora) Caracol también por la zona del Industrial más o menos, vi. una fotos y está muy bien decorado.

Siguiendo con los soldados, también mencionan mucho Casa El Manco por Melilla la Vieja, sus famosas tortillas y sus buenas ensaladas, este bar o restaurante no se si seguirá existiendo, puede que sí. El Bar Regio era de mi vecino del Monte Mª Cristina, Pepe, casado con una de las hermanas Villanueva, estaba en la C/ Margallo muy cerca de donde yo trabajaba, la mercería y perfumería KIRA (ahora convertida en bazar de todo y cuyo dueño, musulmán melillense también era o es de mi barrio), enfrente estaba la tienda de Caramelos Aguilar muy famosa, uno de los hijos, Antonio, se casó con mi compañera de Kira, Loli, ambos, ahora viven también en Castellón muy cerca de mi vivienda, nos juntamos muchas veces y recordamos nuestras vivencias “africanas” al otro lado del “charco” como vulgarmente llamábamos a nuestro querido Mar Mediterráneo.

En tu escrito, Farid, mencionas otros típicos bares de la época que yo conocí como el Bar Capitol, Bar Deportivo, Caballo blanco, ¿Quién no ha conocido el famoso Metropol?, las Cafeterías California y Canarias, (en la California, solíamos tomar un helado sentados al fresco en una mesa de la acera y también jugábamos a la máquina de las bolas o poníamos un disco en otra máquina existente, recuerdo que echabas la moneda y con unas teclas seleccionabas por ejemplo el disco F-4, o el D-3, así funcionaba), en el Canarias, si no recuerdo mal mucha gente cambiaba el dinero español, la peseta, por el dinero marroquí o al revés, según estaba el cambio mucha gente hacía negocio así.

Para finalizar con los Bares, uno creo que no lo has mencionado en tu escrito, me refiero al Bar Lovento o Barlovento, no recuerdo bien como se escribía, este estaba en la acera que bajaba de Padre Lerchundi, abajo de C/ Margallo, el dueño era el padre de Manolo, o “Momo” (gran portero del juvenil del Real en nuestra etapa juvenil), allí nos comprábamos un bocadillo de anchoas “desaladas” y naturales, las mejores que haya probado nunca, acompañadas con unas patatas fritas y luego nos íbamos a jugar unas partidas de futbolín a “La Cueva” del Sr. Segundo (ese era su apellido), éste portaba un mini delantal con unos grandes bolsillos donde llevaba siempre muchas monedas para el cambio (en esos futbolines nos tirábamos las horas muertas jugando).

Menciono en último lugar el Bar La Vela de la C/ Gran Capitán, además su dueño era el padre de otro de mis mejores amigos en Melilla, Pedro Guevara Manzanares y del tristemente fallecido el año pasado, su hermano Antonio. Recuerdo que allí aprovechando las consumiciones se jugaban unas partidas al “remanguillé” con los clásicos dados de ese juego y un cubilete, en la misma barra íbamos anotando los puntos de las partidas y pagaba el que perdía, además el Sr. Pedro, anotaba con una tiza las consumiciones en la misma barra, la especialidad de la vela era “el pintado” una mezcla de dos vinos (tinto y blanco creo recordar, unos barrilitos con sus grifos estaban adosados a la pared frente al mostrador y de tapa, las tiras saladas de caballa y bacalao. Muchos domingos, después de tomar algo allí en la Vela, subíamos a la azotea particular de Pedro Guevara que vivía enfrente y allí en una especie de habitación o caseta nos hacíamos nuestros “guateques particulares”. Al mencionar Farid Mohamed en su gran artículo/documento a todos esos bares melillenses que a lo largo del tiempo han ido desapareciendo, me ha traído muy gratos recuerdos y me he decidido a compartirlo también sobre todo con todos aquellos que durante los años 50, 60 lo hayan disfrutado también como fue en mi caso, gracias Farid y espero no te moleste, ni te lo tomes como una ingerencia, ni reproducción de tu extraordinario trabajo, además, no es la primera vez que los menciono.

Algunos bares de aquella época seguirán existiendo, se habrán creado o habrán abierto otros, yo espero y supongo que esas tapas tan características y típicas de los bares en Melilla seguirán teniendo esa fama de ¡calidad y abundancia!, por supuesto gratis como siempre ha sido, aunque de acorde a los actuales precios de mercado, os deseo que sigáis disfrutando de ese bien melillense por mucho tiempo, desde Castellón ¡VIVA SIEMPRE MELILLA, LOS MELILLENSES Y SUS FABULOSOS BARES!

Acceda a la versión completa del contenido

Felicito a Farid Mohamed por su gran documento bares de Melilla

Entradas recientes

Consulte la portada del MELILLA HOY del lunes 6 de enero de 2025

El Diario de Melilla ofrece ahora una "Versión Digital" en PDF, permitiendo acceso global a…

2 horas hace

92-68. Un mal último cuarto condena al Melilla Baloncesto en Archena

Los de Mikel Garitaonandia encajaban un demoledor 25-6 que les dejaba sin ningún tipo de…

2 horas hace

3-0. Espectacular victoria e inicio de 2024 del Club Voleibol Melilla ante el Unicaja Almería

El Club Voleibol Melilla inició 2024 con una victoria contundente de 3-0 frente a Unicaja…

9 horas hace

Las becas de residencia para estudiantes fuera de casa podrían aumentar 200 euros

El Ministerio de Educación ha propuesto un aumento de 200 euros en las becas por…

9 horas hace

La Backyard Ultra ‘El Último León’ cuenta hasta el momento con una inscripción de 118 corredores

El 25 de enero se celebra en Melilla la segunda edición de la Backyard Ultra…

16 horas hace

El Club Voleibol Melilla quiere empezar el 2025 con una victoria, ante el Unicaja Almería, en la víspera de Reyes

El Club Voleibol Melilla inicia el 2025 enfrentando al Unicaja Costa Almería, buscando una victoria…

18 horas hace