Hace unos días una señora se dirigía a la sección LOS MELILLENSES NOS DICEN de este diario, para recomendar a los servicios de jardinería de esta ciudad, la poda de un grandioso y magnifico eucalipto cercano al centro Gloria Fuertes, ya que ella en su opinión cree que podría ser peligroso para los viandantes en el supuesto caso de que alguna rama cayera a causa del viento. Lo cual no es que sea algo descabellado, en absoluto, sin embargo, y con todo el respeto que me merece la opinión de los lectores, agradecería mucho que quienes no entienden de jardinería y mucho menos de poda de árboles, se abstuvieran de dar estos consejos a los jardineros de Melilla, y digo esto con suficiente conocimiento de causa. Pues lo que menos necesitan estos trabajadores es que se les anime precisamente a podar, y lo que más necesitan los árboles de Melilla es justamente que se les protejan de quienes podan.
Los jardineros de Melilla son en extremo amigos de podar los árboles de la ciudad, cuando las podas ni son siempre necesarias ni mucho menos obligatorias, es una costumbre arraigada que no se sabe bien de donde partió. Pues en esta ciudad, en contra de las necesidades de los árboles que son seres vivos, se les practica indiscriminadamente una y otra vez sin tener en cuenta el peligro que una poda agresiva significa para un árbol, y cuando digo agresiva me refiero a una mutilación del árbol, porque podar debería ser arreglar o quitar las ramitas bajas, no más, y esto con el fin de que el árbol siga creciendo y no pierda energía por donde no debe. También es aconsejable podar cuando se trata de árboles grandes que molestan en las aceras, y sin lugar a dudas, cuando pudieran ser peligrosos. Pero sobre todo podar es ayudar al árbol a ser como debe ser, grande y poderoso, lo otro es convertirlos en bonsáis.
Y ya aprovecho para defender al pino que se derrumbó en el Parque Lobera, ya que en absoluto fue culpable de nada, tampoco de ser grande. Lo más probable es que se tratara de un árbol mal podado, ya que los pinos cuando se podan mal siendo muy jóvenes, se tuercen hacia un lado, y con el paso del tiempo se caen por el peso descompensado, no es más que física. Una situación en la que se hallan muchos pinos en ese parque, torcidos por podas indebidas. Por eso, créanme, es mejor dejarlos crecer derechos hasta que se hacen adultos, y con el tiempo podarlos, o sea, todo lo contrario a lo que se hace aquí.
Por todo esto y si me lo permiten les aconsejo que se conviertan en críticos observadores de la naturaleza en nuestra ciudad, comprobarán cuan pocos son los árboles monumentales que tenemos, es decir, cuan pocos son los árboles a los que se les ha dejado crecer y ser como la naturaleza los diseñó. De hecho hasta las preciosas Yucas centenarias del Parque Hernández han sido ya podadas, una aberración más que se suma a las muchas cometidas por desconocimiento, descuido, o falta de tacto. Sin embargo el eucalipto mencionado al que pronto se le “dará caza”, es de los pocos que sigue “intacto” para disfrute de quienes amamos los árboles, por eso permítanme si me crispa el saber que pronto se convertirá en una victima más.
Los caídos, es decir, los árboles muertos después de una poda son ya muchos en esta ciudad, los últimos siguen aún en pie, muertos pero en pie como recordatorio de lo que vengo denunciando desde hace años: atentados medioambientales sin castigo. Y quien lo desee puede comprobarlo in situ en la Avenida Donantes de Sangre, donde junto al antiguo hospital militar encontrará dos magníficos ejemplares que no han sobrevivido a la ultima poda, y allí yacen en pie, muertos o más bien asesinados. Porque sepan que el hecho de que un árbol muera tras una poda no es nada extraño, ya que las podas son muy delicadas porque los árboles necesitan una ingente cantidad de energía para recuperarse, además de que quedan expuestos a muchas enfermedades.
Si la intención de los jardineros de la ciudad es cuidar de los árboles, tal y como siempre alegan, les recuerdo que decenas de árboles en los pinares de Rostrogordo se caen cada año a consecuencia de diversas causas, los cuales mueren al cabo de un tiempo porque nadie se ha ocupado de devolverlos a su sitio, o impedir que caigan mas. Por lo que ante tan poca sensibilidad para con los árboles, ruego una vez más, se tengan en cuenta los 3 principios a tener en cuenta antes de poder: 1) Las podas no son siempre ni necesarias ni obligatorias; 2) Los árboles necesitan regenerarse entre poda y poda; 3) Las personas a las que se les da una sierra deben ser profesionales con experiencia, deben estar bien asesorados por los técnicos, deben saber tratar a cada especie de árbol según sus características y deben ser personas que cuando tienen dudas sobre como actuar frente a un árbol, pregunten antes de cortar. Un árbol es vida, por favor seamos agradecidos con estos seres vivos y esforcémonos en tratarlos como se merecen.
Acceda a la versión completa del contenido
En homenaje al precioso eucalipto que pronto será mutilado
¿Por qué no también Melilla en el metaverso?: Podría pasar de ser una…
ORGANIZADO POR LA FUNDACIÓN SOCIOCULTURAL Y DEPORTIVA DE LA RFMF Este evento contó con 50…
En su balance de 2024, su diputada denuncia la desatención del Gobierno y el estado…
Omar Haouari, director territorial del INGESA, ha informado que el primer bebé del año 2025…
La exposición ‘Paseos Matemáticos Al Ándalus y la ruta de las caravanas’ se inaugurará en…
La Inteligencia Artificial (IA) está transformando el mundo a una velocidad vertiginosa, aportando…