Benaisa Mohamed expone que Emvismesa le reclamada cinco mil euros del alquiler de su vivienda en el Monte María Cristina que no ha venido abonando durante los dos años que, huyendo de la plaga de ratas que sufre la casa desde hace años, permanecieron realojados con sus suegros. El regreso a la vivienda hace unos meses no supuso ningún cambio y de hecho, ni las trampas acaban con la invasión de roedores, por lo que pide "comprensión" a la Empresa municipal de la Vivienda y el Suelo. Explica Benaisa Mohamed a este Diario que su sueldo apenas si le da para mantener a su familia y pasar la manutención a su anterior pareja e hijos, y que difícilmente puede llegar a fin de mes con 400 euros, su nueva esposa y sus dos hijos de tres años y un mes. Por ese motivo, según explica, no ha podido abonar durante dos años el alquiler de la vivienda propiedad de Emvismesa que ha venido ocupando durante años en el Monte María Cristina; una casa en la que, según detalla, tiene que luchar a diario con la presencia de ratones y ratas de considerable tamaño que entran por el respiradero del techo. Es más, en una ocasión una de las ratas mordió a su hijo y tuvo que ser atendido en urgencias.
Indica que en más de una ocasión puso el tema en conocimiento de Emvismesa pero lo máximo ha sido alguna desratización sin éxito, con el añadido de que "en el ambiente sólo respiramos y comemos veneno para ratones", se lamenta. Por ese motivo se planteó acudir a la vía judicial para denunciar a Emvismesa para que le trasladase de vivienda, pero el asunto sigue sin solucionarse.
Desesperado, indica, decidieron trasladarse a casa de su suegra, durante estuvieron unos dos años hasta que tomaron la decisión de regresar al hogar del Monte María Cristina hace unos meses. Comprobaron que la situación no solo no había mejorado con el problema de las ratas, sino que además la propiedad del inmueble le exige que abone los cinco euros que adeuda por el impago del alquiler de la casa.
Asegura este padre de familia que no tiene recursos para hacer frente a esta cantidad, que no puede solicitar la ayuda del alquiler de la Ciudad Autónoma porque tiene deudas pendientes con la administración. Por todo ello, pide a Emvismesa "algo de comprensión", que se busque alguna solución a este tema, tanto a los alquileres impagados, como al problema de las ratas, porque "a mí lo único que me importa de verdad es que mis hijos estén seguros".
Pide que lo puedan cambiar de vivienda, porque la actual, "es imposible vivir". Afirma que si durante las horas del día "la situación está más o menos controlada", cuando llega la noche llega el drama. "En el techo parece que hay carreras de caballos, que son las ratas, y que cuando no hay ruido abajo, salen por el respiradero del techo, aunque lo tapemos, y recorren la casa, con el temor de que puedan morder, otra vez, a los niños. Estamos desesperados", asegura.
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