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El voto y la bota

El voto, es algo sagrado. Sublime. En él, no solo va incluida la libertad, sino el conocimiento de tenerla. Libertad sin conocimiento, no es libertad. Es libertinaje. Y eso, es lo que hoy mayormente se ejercita. Y se ejercita, porque se instituye. Se enseña. Se produce y se obliga a tener, por esos "partidos, centros de consignas establecidas en busca del poder, y nunca en pos de la educación y amplitud. Vendiendo una libertad envasada en su propia fábrica. Hacen del futuro un aliado, comprando voluntades con dinero público, valiéndose de la ignorancia, la miseria y la indiferencia. Haciendo de la LIBERTAD un monopolio amañado y deshonesto. Caciques valorados por barrigas agradecidas, nunca por corazones neutrales. Muchos políticos están ALIMENTADOS POR VOTOS ENFERMOS E INÚTILES, transmitiéndolos después a la sociedad, con sus ineficacias y corruptelas, haciendo de la democracia, un fortín de delincuentes y del Pueblo, una masa impotente.

Si España no acaba con esos "políticos". Esos "políticos" acaban con España. Desmadejándola y empobreciéndola. Hay una suplantación de los verdaderos hombres y mujeres, que sirven a un país, bajo el sagrado nombre de la POLÍTICA. Esos usurpadores son – y en sus obras se les conoce – seres inmorales. Sin otra fe, que enriquecerse a costa del trabajo y el esfuerzo de aquellos, que luchan por una sociedad más justa y próspera para todos. A esos hay que erradicarlos. Anularlos de raíz.

Ya que no solo atentan contra los bienes públicos, sino – y es lo más putrefacto y perjudicial -, que ensucian y menoscaban la credibilidad de las personas honradas que existen en la POLÍTICA, y que tienen que hacer frente a la animadversión y desconfianza, que la mayoría de las personas van teniendo hacía ellos. Esta gente, ni tiene ideales, ni Patria, ni Ley. Son resultados del desorden, la confusión, la ignorancia y la mentira. Suelen ir siempre rodeados de sicarios, aduladores e inútiles, repetidores de sus consignas y palabrerías, que suelen aparecer en las listas sin que nadie sepa de donde salen.

Usan la barriga más que la cabeza y adornan sus comportamientos con alardes gastronómicos y excesos de baratijas, resultados de sus propias miserias, enriquecidas con dinero ajeno… A esos, no hay que darles el voto. Hay que enseñarles la BOTA, en una eficaz patada, hasta arrojarlos en el mar… Como decía una canción de hace años.

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