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El valor de la sombra de un árbol en verano

Pedimos una moratoria de podas

José Vicente Cobo – Portavoz del Movimiento en Defensa del Arbolado de Melilla

El tema no es baladí, por eso nos lo tomamos muy en serio a pesar de que alguno pensará que seguramente no tenemos nada mejor que hacer. No podemos adivinar el futuro, pero sí que podemos presuponerlo con base en toda la información que existe, la que augura un futuro cada vez más dramático en relación a las temperaturas y a la falta de lluvias, lo que se traduce en que los veranos serán cada vez más largos y tórridos sin que nada vaya ir a mejor.
Desde que nació el Movimiento en Defensa del Arbolado de Melilla no nos hemos cansado de decirlo, arriesgándonos incluso a parecer pesados: dejar de podar y contar con los inestimables beneficios de la sombra de un árbol es ya imprescindible y será cada vez más necesario. No adivinamos el futuro, pero sabemos que en muy pocos años la sombra de un árbol será puesta en valor, es decir en el lugar que le corresponde, y también sabemos que aquellos que denostaron su importancia tendrán que reconocer que se equivocaron.
Lo cierto es que no somos únicamente los seres humanos quienes necesitamos que se apruebe una moratoria de podas en Melilla de, al menos, ocho meses, son también los animales y, en especial, las aves, que están a expensas de la mano que cercena su vida al dejarlos sin hogar. Somos todos los habitantes de Melilla, tanto seres humanos como animales, quienes necesitamos encarecidamente que se deje de podar los árboles desde ya. En Melilla, como en todas las ciudades mediterráneas, es ya imprescindible que las autoridades se tomen en serio el hecho de que los veranos van a ser cada vez más difíciles de sobrellevar, y que entiendan que los árboles van a ser nuestros mejores y más fieles aliados.
Se necesitan fondos para proyectos que nos protejan de los veranos que tenemos por delante. Los más perjudicados: las personas mayores, los niños, las embarazadas, las personas enfermas y, sobre todo, las personas que trabajan, no solo al aire libre, sino a pleno sol. Y una solución fácil, asequible y acertada será siempre plantar árboles de sombra que creen copa entre ellos con el fin de que impidan que el sol llegue a nosotros. Y esto no es ninguna broma. Necesitaremos verdaderos paraguas verdes en verano.
Marzo ya ha concluido, por lo que si decimos que es imprescindible que las autoridades acepten nuestra petición de moratoria de podas desde abril a septiembre, nos quedamos cortos. Somos conscientes de ello, pero es que realmente eso es lo mínimo que se puede pedir sin olvidar que los veranos llegarán prácticamente hasta noviembre. En esta línea, y previa consulta a nuestros colegas de SEO-Melilla, nos confirman que ya en marzo habían comprobado que en los nidales que habían instalado se encontraron con pájaros ya nacidos. Y no solo eso, nos informan que en febrero ya nacieron los gorriones y que los vencejos están llegando a nuestra ciudad, lo que significa que en plena primavera hay que parar.
Por qué no tomar el ejemplo de Madrid (tal como nos ha trasladado SEO-Melilla) de podar toda la ciudad tan solo en tres meses (noviembre, diciembre y enero) y dejar el resto del año para que los árboles puedan realizar la función para la que fueron plantados. No pensamos que Melilla sea más complicada que una urbe como Madrid a la hora de elaborar un plan parecido. Sin embargo, aquí, ante las continuas e inagotables podas, se hace necesario que haya que solicitar, casi suplicar, que haya una moratoria de ocho meses para que los árboles no solo se regeneren, sino que sean capaces de ayudar a seres humanos y a animales a hacernos la vida más fácil y, sobre todo, los veranos más llevaderos.

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