El sacerdote, profesor y doctor en teología Dogmática Rafael Vázquez Jiménez, fue el encargado de inaugurar ayer el segundo Ciclo de conferencias sobre Cristianismo e Islam que organiza el Instituto de las Culturas. En su charla, afirmó que cristianos y musulmanes no solo comparten la creencia en un único Dios, sino que además ambos mantienen que es un ser misericordioso. Indicó que interpretaciones interesadas son las que lo han mostrado como vengativo y castigador. La presidencia del Instituto de las Cultas, Paz Velázquez, inauguró ayer el 2º Ciclo de conferencias sobre Cristianismo e Islam que se desarrollan en el Club Marítimo, que se reedita tras los "buenos resultados del pasado año". Señaló que estas charlas buscan dar respuesta al interés de los ciudadanos de establecer "ese punto de confluencia que existe entre las dos grandes religiones monoteístas del mundo”.
Por ese motivo, se consideró importante que desde el Instituto de las Culturas se favorezca "ese diálogo entre religiones y culturas, veamos lo que nos une y no lo que nos separa, porque como dijo el párroco Francisco Sierra, lo que desconocemos tememos y lo que conocemos amamos". Por tanto, animó a que se dé ese conocimiento mutuo. Indicó que estas charlas, que continúan el jueves, "no quieren sentar dogmas, sino hacernos reflexionar y pensar acerca de ciertas cuestiones de interés".
Misericordia
El ciclo se inauguró ayer con la charla "Musulmanes y Cristianos ¿Un mismo Dios clemente y misericordioso?" impartida por el sacerdote y profesor Rafael Vázquez Jiménez, doctor en teología Dogmática y profesor del Instituto Superior de Ciencias Religiosas "San Pablo" sobre el diálogo ecuménico.
- Atendiendo al enunciado de su charla, ¿Dios es misericordioso o es vengativo y castigador?
- Espero que descubramos todos que es misericordioso y ese es el objetivo. Creo que el cristianismo, el judaísmo y el islam ofrecen una visión de Dios como misericordioso, aunque a lo largo de la historia y determinadas corrientes e interpretaciones de las tres religiones, han podido ofrecer una visión de Dios excesivamente castigador y lejano del ciudadano.
- ¿Qué une entonces a cristianos y musulmanes?
- Lo que nos une es la idea de un único Dios. Son religiones monoteístas y mi idea es que tenemos que profundizar en ese concepto de Dios. Cristianos y musulmanes tienen esa idea común de un Dios misericordioso. Los musulmanes por ejemplo así lo repiten en cualquier acción a lo largo del día: En el nombre de Dios clemente y misericordioso, compasivo y misericordioso. Los cristianos tenemos la suerte de que el Papa Francisco convocada hace dos años como el de la Misericordia donde nos dice que el nombre de Dios es Misericordia y ahí tenemos una amplia gama, un amplio abanico para poder conversar, dialogar y darnos cuenta de que el Dios en el que creemos es además un ser misericordioso para ambas religiones.
- Si Dios es amor, ¿por qué los fanatismos, el odio al que es de otra religión?
- Aunque tengamos el concepto de Dios Amor, existen las diferentes interpretaciones que se han podido hacer de este Dios, a veces muy interesada por cuestiones políticas, porque interesa un dios más castigador para mantener ciertos regímenes totalitarios en algunas partes del mundo, y claro, no interesa tanto un Dios que nos abre los ojos para la libertad, que invita al hombre a responder con amor al amor que él ha entregado. Entonces, esas son las grandes dificultades que encontramos, que más que religiosas, son políticas y culturales y no fundamentadas en lo religioso.
- ¿Impartir esta charla en una ciudad multicultural como Melilla, tiene una connotación especial?
- Sí, creo que aquí, en la charla, no sólo se va a lanzar ideas, sino que personalmente me voy a enriquecer porque el público que ha acudido no habla de establecer un diálogo, sino que está hablando ya, dialogando y eso es enriquecedor. No son teorías, sino que desde la práctica se confrontan estas teorías y eso es lo que lo interesante de esta ciudad.
