En el cementerio de Melilla, se encuentra la tumba de un soldado, que según dicen, haciendo la mili, en el Rgto. de Artillería murió. Unos dicen, que limpiando el fusil se le disparo una bala de la recamara causándole la muerte, y otros que se suicido. No se sabe bien lo que ocurrió, pues solo opiniones populares dan una imagen de esta tragedia que acabo con la vida de un joven de 22 años, fuera de su tierra y de su hogar.
El subconsciente colectivo del pueblo, recogió esta muerte, y sin saber porque, la transformo en milagrosa. Cientos de personas de todas las edades y clases sociales, visitan su tumba, cuidándola y adornándola de flores y objetos que personalizan, según algunos, como agradecimiento a curaciones milagrosas o favores recibidos en la solución de causas difíciles.
Ni quito ni pongo en esta manifestación humana que intenta trascender mas allá de ella misma. La vida es un misterio, y por lo tanto no soy yo el más indicado para descifrarlo.
Pero si no como persona, al menos como melillense, nacido en esta ciudad, la cual tan ajetreada está en su historia y no para alegrarla precisamente sino todo lo contrario, creo tener derecho a dar mi humilde opinión, acerca de este hecho milagroso, o no, que tiene su momento culminante, todos los primeros de Noviembre festividad de Todos Los Santos.
La tumba de este soldado muerto fortuitamente o por suicidio, se encuentra vivificada por docenas de ramos de flores, que dan testimonio del fervor que se le tributa, haciéndola destacar del resto de sepulturas del cementerio. Incluso de algunas, de personas ilustres de la ciudad, que prácticamente dedicaron sus vidas a ella.
Mi opinión sincera sobre este tema, no es otra, que la resultante de una idea que me surgió de pronto, precisamente un día que me encontraba por curiosidad, no exenta de respeto, ante la tumba de Benito Lopez Franco, que así se llamo el soldado difunto. Me surgió de pronto, como si alguien o algo me hablase al oído diciéndome:
“Todo este fervoroso respeto y cariño, que una parte del pueblo de Melilla, ofrece sinceramente a esta tumba, no es solo dedicado a este nombre que la representa, sino también, a todos los nombres de aquellos muchachos anónimos, la mayoría analfabetos inocentes: campesinos, obreros y artesanos, que en calidad de tropa, fueron inmolados en aquellas sanguinarias e ineficaces guerras que sostuvo España con el Rif. Es cierto que existe un monumento a los Héroes de las Campañas, levantado por el poder temporal de gobernantes y administradores, el cual ha quedado solo como un gesto de piedra que el tiempo se va encargando de situar en su verdad. Pero la tumba de este soldado, es un manantial de oraciones y ofrendas, que ha surgido del corazón del Pueblo, y cada día se hace mas creciente”
Cuando ceso aquella intuición, los ojos se me humedecieron y desde entonces, suelo llevar unas flores y unas plegarias, a esa tumba más hermosa y querida para mí, que lo era anteriormente.
…”aquellos muchachos anónimos, la mayoría analfabetos inocentes, que fueron inmolados….”
Buenos días, y buenos recuerdos para ellos Para Todos ellos..
Acceda a la versión completa del contenido
El soldado de los milagros
La Agencia Tributaria ha aclarado que los autónomos y pymes que usen Excel o Word…
El presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda, ha recibido este jueves en el…
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha valorado positivamente la incorporación de 40…
Ana María Fuentes, gerente del PSOE, afirmó que Pedro Sánchez pudo recibir dinero en efectivo,…
Miriam Nogueras, portavoz de Junts, anunciará el lunes su postura sobre la relación con el…
Pedro Sánchez reafirma su compromiso con los acuerdos firmados con Junts, destacando que requieren tiempo…