El San Pablo Inmobiliaria Burgos, un finalista con todos los honores

Tras el 0-2, era un partido de emociones en el que resultaba fundamental ganar las pequeñas batallas. Cada segundo contaba y marcar territorio de salida era una premisa a conquistar ante un Breogán obligado. Se trataba de contener el posible arreón gallego y evitar que se hicieran con el mando de la situación. Los burgaleses siguieron su planteamiento, a pesar de que los árbitros necesitaron dos minutos para cargar de faltas a Goran Huskic. Zamora y Mendoza pusieron el listón muy bajo en ambos aros, una circunstancia que afectó por momentos a los dos equipos. Sea como fuere, la inercia del primer cuarto fue muy positiva. El San Pablo Inmobiliaria sabía qué quería hacer y lo ejecutó apoyado en su fluidez.
Los azules jugaban cerca de canasta y eso les permitió sumar puntos fáciles. Además, la situación en defensa estaba controlada y solo Rafa Huertas mantuvo a un Breogán exigido con 8 puntos consecutivos. Con Vega como referente, los locales tomaron impulso ayudados por los lanzamientos de tiros libres y con un parcial de 8-0 tomaron una distancia interesante para navegar a favor de corriente.
Ante esta tesitura, Epi tuvo que recurrir a un Goran Huskic que evitó en la medida de lo posible los contactos defensivos con Stainbrook. La apuesta, arriesgada, salió bien. El serbio se puso la capa de superhéroe para ordenar el ataque de un equipo castellano que se las ingenió para salir de cada apuro y mantener su preciosa ventaja en el marcador.
El bloque de Lezcano se acercaba al abismo y aplicó soluciones drásticas: vencer o morir en el triple. Y le salió cara. Los celestes enlazaron tres aciertos seguidos y los burgaleses aguantaron el intercambio a pesar de la presión de un rival que ya había encontrado el ritmo deseado. Dadas las circunstancias, el 53-52 era oro puro para el cuadro de Epi a la espera de dar con la tecla en defensa mediado el tercer periodo.
El triple llegó en auxilio justo a tiempo, cuando peor pintaba el choque para los de casa. Vega -brillante una noche más-, Brine y López acertaron más allá del arco para desatascar el problema con un parcial de 11-3 redondeado por Edu Martínez que daba la máxima por un instante a los castellanos (64-55). Solo los tiros libres errados y un triple de Quintela frenaron la progresión del Miraflores, aún por delante en el inicio del último cuarto a pesar de un nuevo acierto sobre la bocina de Cruz (71-68).
Y llegó el momento cumbre. Martínez, negado toda la noche, clavó un triple afortunado redondeado que era medio pase. Ese 84-77 heló al Breogán y dio alas a un San Pablo Inmobiliaria lanzado a por la sentencia con un parcial extra de 6-0 que acabó con la resistencia visitante con ese 90-77 que vale un pase a la final. Y El Plantío, patas arriba.

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