El presidente de Melilla, Eduardo de Castro, dijo ayer que no es partidario de que se elimine la obligación de usar mascarilla en interiores a partir del 20 de abril por una cuestión de prudencia.
A preguntas de los periodistas, De Castro recalcó que esa es su opinión personal, ya que él considera que lo más idóneo es ir “poco a poco” y, además, subrayó la utilidad del uso de la mascarilla para otras cuestiones como, por ejemplo, frenar la incidencia de la gripe.
“Hay que pedir prudencia, no puede ser de otra manera porque el virus sigue ahí y puede mutar en cualquier momento”, argumentó el presidente melillense, que insistió en que “en cualquier momento puede haber otra ola” de la pandemia.
“Espero equivocarme”, afirmó para insistir en la necesidad de cautela en la lucha contra la pandemia.
Moh, de acuerdo
Por su parte, la delegada del Gobierno, Sabrina, Moh, dijo a preguntas de los periodistas que “por supuesto” que está de acuerdo con la medida adoptada de retirar la obligación de uso de la mascarilla en interiores “si la ministra la ha anunciado, sujeto a un trabajo realizado y a unos datos”.
Moh, que supone que “la gente estaba deseando” que llegara el momento de dejar de usar la mascarilla, ha puesto de relieve el papel de la ministra Carolina Darias, que, “aparte de ser una persona supercompetente y trabajadora, se rodea de un equipo de profesionales que han estado gestionando esta crisis tan complicada”.
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