El PP criticó ayer que el Gobierno de Melilla vaya a pedir más de 45,5 millones de euros de crédito en 2021 para incrementar los Presupuestos Generales de la Ciudad Autónoma de 2021 (PGCAM) en más de un 13 % para hacer más inversiones, con las que los populares están en desacuerdo por considerar que no son productivas.
El presidente regional del PP y expresidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda, calificó ese crédito como “un martillazo para cuadrar los presupuestos”, si bien advirtió de las consecuencias negativas que tendrá esta decisión para la economía local, especialmente en el campo privado.
No en vano, explicó que estos 45,5 millones de euros que la Ciudad Autónoma pedirá a las entidades bancarias, unidos a los 11,7 millones de este año con motivo de la pandemia, elevan los créditos solicitados muy por encima de los 50 millones de euros, lo que “duplica la deuda bancaria” que dejó el anterior Ejecutivo popular.
En este sentido, informó de que su Gobierno dejó a diciembre de 2019 un crédito total de unos 50 millones de euros, y la anualidad media de cada año que se abonaba era de unos 11 millones, por lo que ahora habrá que pagar “22 por lo menos”, lo que obligará a “buscar más dinero o gastar menos” en cuanto Europa aplique “medidas más estrictas de financiación”.
“Ahí vendrán las madres mías y el llorar. Este es un presupuesto hecho por gente que dice ‘me quedan dos años y el que venga detrás, que arree. Pero los que vienen son todos los melillenses, no solo el PP, que va a ganar las elecciones”, aseveró el líder popular.
En palabras de Imbroda, “no hay algo razonable que invite a duplicar el crédito en un año” porque, aunque ha reconocido que la construcción crea mucho trabajo, también ha apostillado que “hay que acompasarla con la sostenibilidad” apostando por inversiones productivas que sigan creando empleo una vez hechas y muevan su propia economía.
Ese fue el caso, por ejemplo, del parking de Isla Talleres que construyó el anterior Gobierno, para lo que pidió un crédito de 14 millones de euros, pero que “da una labor social importante para el comercio del centro y es sostenible porque se retroalimenta con quienes pagan por el servicio, además de que crean empleo”.
“Despilfarro”
En cambio, consideró que las obras proyectadas por el Gobierno actual suponen “despilfarrar el dinero”, y se refirió a algunas como la construcción de un nuevo estadio de fútbol, 6,5 millones de euros para hacer navegable el Río de Oro, 4 millones de euros para hacer una consejería y la compra de otro edificio “para que Hacienda esté más cómoda”.
“Esto es una ignominia, una barbaridad, en este momento de gravedad económica”, dijo Imbroda al recordar que Melilla, además de sufrir la crisis derivada de la pandemia, también tiene “la espada de Damocles” que supone el cierre de la frontera no solo por el coronavirus, pues su actividad ya estaba cesando desde meses antes.
Las propuestas del PP: Turismo, Universidad, Salud, más gasto social y 90% de bajada del IBI
El PP está “dispuesto a aprobar un presupuesto en el que se den unas condiciones de inversiones rentables y sostenibles que vayan a lo que crea empleo de verdad”, y donde se atienda el objetivo de “combatir la pandemia con medidas saludables”, otro de los factores sobre los que ha lamentado que no se está prestando atención pese a que Europa lo exige para destinar sus fondos de recuperación.
Por ello, en lugar de “inversiones que parecen de Alicia en el País de las Maravillas”, Imbroda aboga por otras como seguir con el desarrollo universitario con más titulaciones para que aumenten los alumnos hasta 5.000 y apostar por el desarrollo turístico con un muelle de cruceros, un nuevo hotel en el cuartel de Caballería y subvencionar con 8 millones de euros los billetes a los no residentes.
Además, Imbroda criticó que no haya bajada de impuestos, algo que el PP hacía “todos los años”, por lo que propone bajar en 2021 y 2022 un 90 % el IBI para incentivar el consumo de los ciudadanos con esos 9 millones de euros de ahorro; fomentar la rehabilitación de viviendas y locales y un acuerdo con el Ingesa para construir otro centro de salud en Cabrerizas, para lo que el anterior Gobierno cedió el antiguo Mercado de Colón.
Al hilo, expresó su rechazo a que Cáritas y Cruz Roja mantengan las mismas partidas que hace dos años “con la que está cayendo”, ya que “lo que les interesa es incrementar el área de Distritos para hacer clientelismo político o para entregar bolsas de polvorones”.
