El maltrato infantil "es por definición una realidad oculta" que es preciso sacar a la luz

En el Aula 10 de la UNED arrancaron ayer las primeras ornadas de formación a profesionales de atención directa con la infancia maltratada, que busca servir de herramienta a profesores, jueces, médicos y sociedad en general, para detectar las señales que ayuden a desvelar un drama tan tremendo como la violencia hacia los niños que "es una realidad oculta" como afirmó ayer René Solís, técnico del Ministerio de Sanidad y que señala que en este encuentro Melilla puede servir de ejemplo a nivel nacional al poder llevar a cabo una adaptación y mejora de los numerosos protocolos de actuación que existen en estos momentos para que pueda ser aplicado. René Solís, responsable en el Ministerio de Sanidad de la Dirección General de Servicios para la Familia y la Infancia y uno de los intervinientes más destacados en estas jornadas, señaló que su presencia en este encuentro para la detección del posible maltrato infantil tiene por objeto servir de elemento coordinador entre los diferentes estamentos, profesionales e instancias participantes que tienen que ver con la violencia infantil. "La labor que voy a intentar hacer es la de perfilar la idea del maltrato infantil e intentar que los protocolos de actuación nacionales puedan adaptarse a las características de Melilla, donde hay excelentes profesionales y desarrollar unas buenas prácticas en cuanto a la intervención social de la infancia en riesgo".

Protocolos
Sobre qué protocolos se podrían adaptar a las necesidades o casuística de Melilla, indicó que no existen unos modelos de actuación estándar. El motivo es que durante años las comunidades autónomas, que asumieron estas competencias, han elaborado sus propios protocolos con distintas maneras de entender y de ver el maltrato. Lo adecuado hubiese sido "hacer algo conjunto en el marco del Observatorio de la Infancia y llegar a acuerdos comunes, porque esas son bases sobre las que se puede partir. Melilla puede ser perfectamente un lugar donde estos protocolos se adapten, se mejoren, pero sobre todo se utilicen, que es lo que nos está faltando a todos a nivel nacional".

Afirmó el técnico que resulta muy complicado detectar el maltrato infantil "porque no tiene una única respuesta". "Un niño maltratado, en el sentido estricto, no existe, sino que hay tanto niños maltratados como individualidades de niños maltratados. Existen marcadores para cada situación y es lo que hay que aprender a distinguir. Normalmente los profesionales que trabajan en los colegios, saben distinguir cuando un niño está siendo o ha sido maltratado. La clave no está en detectar esa situación sino en qué hacer".

Explicó René Solís que el maltrato "es por definición una realidad oculta, porque no hay ningún padre abusador o negligente que pueda estar orgulloso de esto, por lo que parte de nuestro trabajo también consiste en que esto sea visible". Aseguró que el maltrato es una realidad transversal, que se da en cualquier estrato y clases sociales, por lo que no existe un perfil tipo, de la misma forma que "la realidad de Melilla no es la misma que la del resto del país". Por ese motivo se hace necesario contar con protocolos "que nos ayuden a sacar datos, a hacer estadísticas, pero es complicado conocer la realidad del maltrato".

Reconoció que existen datos y cifras a nivel nacional sobre la violencia infantil pero "no ofrecen una fotografía de la dimensión real" del problema. Esta información queda recogida en el Registro de datos de Maltrato Infantil que "le falta un mayor desarrollo", y en el Boletín Estadístico de Medidas de Protección, que "nos informan de esto, pero el dato, como cifra no está".

Inauguración
En el acto de inauguración, el consejero de Bienestar Social, Daniel Ventura, reiteró que se trata de las primeras jornadas de formación de profesionales en la atención directa a víctimas de maltrato infantil que se organizan en Melilla. Además expuso que son varios los objetivos que se persiguen a lo largo de estos tres días de ponencias.

El primero es el de formar a todos los profesionales que tienen un papel relevante en la detección precoz del posible maltrato infantil. En segundo lugar, conocer los protocolos nacionales de actuación para que "cualquier profesional que detecta un caso de violencia pueda saber el paso a dar para ponerlo en conocimiento de las instituciones". El tercero sería "sacar a flote el maltrato invisible de menores, el que no se denuncia porque no se conoce o detecta". En este punto indicó Daniel Ventura que como ocurre con cualquier tipo de maltrato, sólo se ve la punta del iceberg, por lo que urge sacar a la luz todos esos casos que no afloran.

Sin duda, el asunto más complejo que persigue este encuentro formativo es poder aprender a detectar "esas señales que indicarían que puede haber un riesgo de maltrato y evaluarlo, ponerlo en conocimiento de los profesionales y actuar desde el punto de vista judicial y de protección del menor". Por todos estos motivos las jornadas van dirigidas a profesionales que realizan su actividad en un entorno con menores, como pueden ser educadores, médicos generalistas o pediatras, entre otros, para que "puedan ampliar los conocimientos y poder hacer ese trabajo de detección de una manera más adecuada", afirmó.

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