El C.D. Gimnástico Melilla perdió ayer, en el Pabellón Lázaro Fernández, ante el líder del Grupo F, el Cajasur de Córdoba, en un partido correspondiente a la 10ª jornada del Grupo F de la Primera División Estatal. En general, fue un partido en el que, desde el principio, el equipo de Faisal Salmi no supo estar a la altura de la circunstancias, a pesar de que durante la semana el técnico melillense habló mucho sobre ello.
El Cajasur Córdoba es un equipo que va muy bien al contraataque y el cuadro gimnasta supo frenar esa faceta en la primera mitad, a pesar de que el cuadro cordobés no estuvo muy fino en el ataque posicional, aunque los melillenses tampoco estuvieron bien, ya que con la defensa 5-1 del Cajasur no supieron finalizar los ataques con éxito.
Por otra parte, Brahim, el central, estuvo muy espeso, muy fallón y un poco desquiciado, no sabiendo estar en el partido desde el principio, y eso, siendo un jugador tan importante para el equipo amarillo, le hizo mucho daño, finalizando el primer tiempo con el resultado de 12-15 para el Cajasur de Córdoba.
Tras el paso por los vestuarios, el Gimnástico Melilla dio un pequeño empujón, y en el 10′, igualó el encuentro e incluso se puso por encima en el marcador (21-20), pero no supo aprovechar esa ventaja y ese estado anímico en el que se encontraba, por lo que se puede decir que el conjunto cordobés fue superior y merecedor de la victoria, finalizando el partido con el resultado de 27-33.
Por otro lado, el arbitraje también dejó mucho que desear, ya que el público, a diferencia de lo que ocurre en otros campos, presiona poco en este aspecto, y eso influye también en su labor. Pueden ser pequeñas acciones, pero al final se acumulan y pueden cambiar el resultado de un encuentro. A pesar de ello, el equipo melillense se debe fijar en su trabajo, continuar en esa línea y mejorando.
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El líder impone su juego en Melilla