El futuro del PP

El partido que ha gobernado en España durante los últimos siete años se encuentra en una encrucijada, cuya primera estación para intentar resolverla pasa por el Congreso extraordinario que celebrará en la segunda quincena de julio. La decisión principal que tendrá que adoptar el cónclave popular será elegir a la persona que suceda a Marian Rajoy al frente del partido. En el momento de escribir esta columna, han anunciado que presentarán su candidatura a la presidencia popular, el vicesecretario general de comunicación, Pablo Casado, y el diputado por Ávila, José Ramón García Hernández y el exministro José Manuel García Margallo. En las próximas horas se conocerá la decisión que tomen al respecto los denominados "pesos pesados" del PP: el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijoo, la ex-vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría y la actual secretaria general de los populares, Maria Dolores de Cospedal.

Pero el PP necesita algo más que un simple cambio de caras, con ser este importante, dado que el hasta hace poco líder del partido, Mariano Rajoy, provocaba ya un rechazo en buena parte del electorado precisamente por el tiempo que llevaba en lo que se puede denominar el poder. El PP, el centro derecha, como dijo Aznar hace unos días, necesita una reconstrucción, que pasa por un rearme ideológico y por volver a articular un discurso político, que ilusione y atraiga a sus potenciales votantes, que en los últimos años se han ido a Ciudadanos o simplemente se han quedado en su casa.

Esa reconstrucción del centro derecha es mucho más necesaria desde el momento en que el PSOE de Sánchez ha hecho, con la moción de censura a Rajoy, una jugada maestra que ha tenido como resultado llegar al poder sin haber ganado unas elecciones y con sólo 84 diputados. Una vez instalado en el poder, se está viendo en estos primeros días del gobierno de Pedro Sánchez, las posibilidades que tiene quien disfruta de él para llegar a la opinión pública son inmensas. Las encuestas ya están reflejando un crecimiento electoral del PSOE, y no es nada descartable que eso siga siendo así durante los próximos meses.

El PP ha sido y es un partido con una importante implantación por toda España. Ha gobernado España durante quince años -ocho en la etapa de Aznar y siete con Rajoy- y lógicamente aspira a recuperar el poder del que se ha sentido desalojado a través de un mecanismo plenamente legal y constitucional como es la moción de censura, pero que para salir adelante, el PSOE ha tenido que contar con todo tipo de apoyos, como el de los independentistas catalanes o de Bildu. El Congreso de julio será el primer paso que tendrá que dar el PP para intentar recuperarse, y no tendrá mucho margen de tiempo para conseguirlo, ya que dentro de un año habrá tres elecciones: las europeas, las municipales y las autonómicas en trece Comunidades.

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