Con un 27% de votantes del total de ciudadanos catalanes (7.553.000) es el fracaso total, eso sin saber los votos en blanco o negativos, lo que supone que es un total fracaso. Y ahora a pasar factura a los contravinientes constitucionales y en consecuencia a penar sin miramientos la intentona de unos pocos contra una alta mayoría que no han votado. Considerando las consecuencias comparadas a alta traición, que es lo que han hecho contra todo un conjunto de advertencias de ilegalidades.
El capricho de consentidos no nos han llevado a un choque, por el tacto del Presidente de Gobierno. Que con un tacto excesivo pero de capacidad social y estadista de alto contenido de gobierno ha demostrado, una vez más, su buen gobierno constitucional.
Desde el aspecto político europeo, no pueden definirnos tal y como nos han tratado y vapuleado sin razón, en el caso de las vallas marcadoras del territorio español, que incluso desde el interior español, al estilo del separatismo, se ha propiciado con otros medios de destrucción social, siempre anteponiendo los intereses ajenos a los nacionales (que debieran entender como su pueblo). Amparándose en inciertas condiciones de difícil demostración a nivel de Derechos Humanos, los que se niegan a los españoles y su soberanía. Los separatistas de Cataluña han fracasado , tanto a nivel social como político, lo mismo la ha pasado a la ex comisaria europea de interior Cecilia Malmström, cuyo odio hacia España ha sido exagerado y todavía no nos ha aclarado el por qué, si por las informaciones atravesadas de ciertos elementos de aquí o porque en realidad no nos puede ni ver.
Ahora, Mariano, hay que limpiar los bajos fondos políticos y dejar a los que sí cumplen (por ciertas ideologías o razones sociales) presentar lo más puro del Centro, le guste o no, a este neocapitalismo y neoliberalismo, que es el que da lugar a separatismos, traiciones sesgadas y acciones porque "podemos", lo que nos enseña con más firmeza que "tenemos" que hacer limpieza a todos los niveles y asegurar la razonable obra social del Estado Español, incluida la reestructuración industrial española fabricando en España (puestos de trabajo) y reducir las importaciones tan indiscriminadas que, nos hacen tener una mayor deuda y más pueblo en la calle, con millones de parados.
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El fracaso separatista