El exceso obligatorio de minutos condena a Pedro Rivero a la lista de lesionados

Tercera derrota del Club Melilla Baloncesto en cuatro jornadas y la primera en el Pabellón de Deportes Javier Imbroda, y todo a consecuencia de las bajas desde el inicio de pretemporada, las cuales siguen su cauce por la excesiva y obligatoria acumulación de minutos de algunos de sus jugadores. En este deporte hay una cosa clara, juegas como entrenas y desgraciadamente estamos jugando como entrenamos, y todo por lo dicho en estos días atrás, las bajas en los entrenamientos de jugadores importantes y por supuesto en los partidos.

En el análisis post partido de la semana pasada y en la previa de este último partido, hablábamos del riesgo que estaba asumiendo el decano ante la falta de rotaciones y por consecuencia, la acumulación de minutos por parte de Arteaga, Pablo Almazán y Pedro Rivero. Éste último ha sido el elegido para sumarse a la lista de lesionados. Sufre problemas en el tendón de Aquiles, y la ausencia de diagnóstico le hizo quedarse en el banquillo contra el filial del F.C. Barcelona. No hizo ni siquiera la rueda de calentamiento.
En el plano meramente deportivo y analizando el choque entre melillenses y catalanes, el ambiente y el día no eran los más idóneos para empezar a remontar el vuelo. Un martes, día de fútbol europeo, poco público, las mencionadas lesiones de Eloy Almazán, Marcos Suka y Rivero y un rival engañoso. Ambos equipos saltaron a pista enseñando sus cartas y utilizando la zona como recurso para poder competir, uno, el equipo de Alfred Julbe dibujando en pista una defensa en zona 2-1-2 con un sublime Trias, sabiendo que el decano carecía de tiro exterior, y por otro lado, el equipo de Alejandro Alcoba utilizaba una zona 2-3 para dosificar a sus jugadores por la falta de efectivos y así poder llegar al final de partido con ciertas opciones.

Planteamiento del cuadro catalán
El equipo catalán planteó perfectamente el partido, e incluso el único riesgo que tuvo que asumir obligatoriamente Alfred Julbe fue dejar con muchos espacios al ala pívot de Melilla, Van Wijk, y éste no tuvo su día haciendo un 2/11 en tiros de campo.
Insistiendo en los detalles defensivos del filial del Barcelona, por momentos alternaban la defensa en zona con defensa hombre a hombre, pero con un Jordi Trías muy metido en su zona, el cual confundía al equipo melillense y les creaba muchas dudas para atacar. Un detalle, el de colocar a Trías en el centro de la zona, que hacía confundir y ver con claridad que tipo de defensa hacían.
Por otro lado, también debemos decir que tuvieron un acierto fuera de lo normal, aunque bien es cierto que casi todos los tiros que hizo el club catalán fueron tiros muy liberados y sin apenas oposición. Aunque tuvieron dos bajas importantes como las del base Pol Figueras y la del alero Maxim Esteban, supieron utilizar los efectivos que tenían, y si hablábamos que su juego interior carecía de situaciones de espaldas al aro, sí que debemos decir que fueron un equipo de muchos intangibles, sobre todo con Diagne, Sena y la pieza angular de este nuevo proyecto de Alfred Julbe, el ala pívot Jordi Trías, cambiando muchos tiros bajo del aro del equipo melillense.
Destacar el 50% que tuvieron en tiros de campo por el 36% de Melilla y la diferencia de rebotes, 28 del decano y 41 del F.C. Barcelona
El Club Melilla Baloncesto nunca estuvo en el partido, exceptuando alguna racha que otra, pero solo testimonial. La rotación de Agustín Morales no fue buena como la de la semana pasada y sí fue positiva la de Álvaro García, que le dio algo de intensidad a la defensa local.
Alejandro Alcoba lo intentó todo, incluso saliendo de inicio con tres hombres grandes como Manzano, Gatell y Van Wijk, también jugó muchos minutos con tres hombres pequeños como Sanz, Ott y Álvaro, y también jugó sin bases puros, subiendo el balón muchos minutos la nueva incorporación Agustín Morales.
Partido para olvidar y punto de inflexión. Con las sabidas lesiones de Suka y Eloy, se suma ahora repentinamente la del base Pedro Rivero. Las preguntas son evidentes, ¿estarán disponibles para el sábado contra Ourense? ¿Sabemos que tiene Rivero?. Muchas interrogaciones y muchas dudas que los dirigentes deben hacerse y sobre todo analizar desde donde viene tanto «mal”.

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