En estos días tan señalados donde miles de melillenses acuden al camposanto para rendir homenaje a sus difuntos. Vamos al Cementerio y resulta que no hay espacio alguno para aparcar y menos para quienes tenemos la movilidad reducida.
Hoy ha sido a mí. En apenas siete minutos fui a depositar flores en las tumbas de mis padres, inmediatas al acceso lateral, y aparqué junto al contenedor de las obras, frente al marmolista. Y al salir me encontré con dos agentes de la Policía Local poniéndome una multa. Alegando uno de ellos que había ocupado la vía pública, le dije que no había señal alguna que lo indicara, ni pintura en amarillo, ni nada. Su compañero al verme con el bastón le sugirió me quitase la denuncia. Más el otro dijo: NO. Le pregunté donde han instalado aparcamientos para minusválidos. "Por ahí", me contestó. He de señalar que eran las 14,50 horas, momentos del almuerzo, ni estorbaba, ni estaba señalizado. No les da vergüenza que para dos días que el pueblo de Melilla acude a rendir homenaje a sus difuntos, sean tan estrictos estos agentes de la Autoridad.
María de los Ángeles
González Castán
Acceda a la versión completa del contenido
El estado del Cementerio Cristiano: “De vergüenza”