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El Melilla Baloncesto no pudo ayer con el Quesos Cerrato Palencia, un conjunto que se jugaba mantener la segunda plaza. Los de Alejandro Alcoba tuvieron opciones hasta el último cuarto, pero su desacierto en los tiros de tres puntos y el gran partido del local Quique Garrido dieron al traste con sus posibilidades de victoria. El Melilla Baloncesto no pudo ayer con el Quesos Cerrato Palencia, un conjunto que se jugaba mantener la segunda plaza. Los de Alejandro Alcoba tuvieron opciones hasta el último cuarto, pero su desacierto en los tiros de tres puntos y el gran partido del local Quique Garrido dieron al traste con sus posibilidades de victoria (62-54).
El decano arrancó con un 0-4 de salida, con Devin Wright haciendo daño en las situaciones de poste bajo, pero los locales respondieron con un lanzamiento triple de siete metros de Barbour y posteriormente una canasta de Urko Otegui, que sirvió para que el cuadro morado adquiriese la primera renta. El equipo palentino decidió contestar con la misma situación, cargar el ataque al juego interior, con Rejón y Otegui (10-6). Melilla se fue atascando en ataque, pues en el primer minuto del partido hizo cuatro puntos y en los cinco postreros sólo dos hasta que una penetración de Riera, a 4' para el final del primer cuarto, supuso el 10-8. Escaso acierto ofensivo y 15-13 para los de Lezcano. Los melillenses aprovecharon el tiempo de descanso de Garrido, mientras que los locales, con la lesión de Xavi Forcada, tuvieron que reinventar a un base que fue Carles Bravo. El experimento no funcionó y los visitantes estaban ahí.
El segundo cuarto se reanudó con un triple del internacional costamarfileño Abou para colocar el 18-13 en el luminoso. Por su parte, Almazán consiguió una acción de dos más uno, con una canasta en la que tuvo que hacer un rectificado, aunque luego no transformó el tiro libre. De este modo, los melillenses se volvían a poner por delante, 18-19 a 7’05 para el descanso. Lezcano tuvo que pedir tiempo muerto para revertir la situación. Y a la salida del tiempo, Bravo anotó un triple (21-19). Abou, segundos después, anotaba otro para colocar a los suyos cinco arriba, 24-19.
El parcial, tras el tiempo del técnico vizcaíno, fue de 6-0 favorable a los locales. Manzano lideraba la reacción del Melilla Baloncesto para un 26-24 en el marcador. A renglón seguido, Durley empataba a 28 tras un gran reverso al que Garrido contestó con un triple. El base palentino fue el mejor, llevando en volandas a los locales, que alcanzaban, de nuevo, una renta de cinco puntos, 36-31. Los de Alcoba dieron la cara a base de cargar su juego en situaciones de poste bajo una y otra vez. Los máximos anotadores al descanso fueron Durley y Almazán, con siete puntos cada uno.
La segunda mitad empezó con una canasta de Urko Otegui tras una buena transición defensa-ataque de los morados (38-31). El Melilla Baloncesto atacó la zona de salida que propuso Quesos Cerrato, con una canasta de Manzano. Estaba claro que la asignatura pendiente del decano al tiempo de intermedio era la falta de acierto exterior, con un paupérrimo 1 de 7. El propio Manzano falló uno más y amplió la mala estadística (1 de 8).
Por su parte, los castellano-leoneses sí encontraron el acierto desde el perímetro, abanderados por Quique Garrido con un triple que supuso el 43-35. El Palencia Baloncesto estaba 8 de 15 en esta faceta del juego, con un impecable 3 de 3 de Garrido. Alejandro Alcoba, viendo que el partido se le escapaba, pidió tiempo muerto para cortar la sangría, con 44-35 a 6’40 para el término de este tercer acto. El decano sólo lograba anotar debajo del aro y así recortó diferencias con un tiro de Manzano 46-40.
La defensa urdida por Alcoba (1-3-1) empezó también a funcionar, a pesar de que los de la ciudad autónoma no encontraban posiciones exteriores claras y seguían fallando lanzamientos. La lucha por el rebote y los tiros de dos mantuvieron vivo a nuestro representante. A 2’22 para la conclusión del tercer periodo Lezcano solicitó un nuevo tiempo muerto, con 48-42. El segundo triple del Melilla Baloncesto resultó la última canasta del tercer cuarto. Durley, mal defendido por Roger Fornas, cerró la tercera entrega 50-47.
Dos minutos tardó en llegar la primera canasta en el último cuarto y un Garrido entonadísimo rompió la tónica. Cinco puntos consecutivos suyos obligaron a Alejandro Alcoba a parar otra vez el choque, a 7’45 para el final y con 55-47 en el electrónico. Los melillenses volvían a adolecer de aquello que les ha costado tantas derrotas esta temporada, y se atascaban de nuevo en la fase decisiva del partido. Los azulones estuvieron los cuatro primeros minutos sin anotar hasta que Riera con un tiro libre de dos intentos rompió la mala racha (55-48).
Los morados, tocados por la varita mágica desde el perímetro, convirtieron un triple de medio campo por mediación de Nick Barbour cuando se acababa la posesión. El escolta americano de Palencia culminó seguidamente una canasta de dos que establecía el 62-50 a 3’10 para el final. Alejandro Alcoba se vio obligado a solicitar un tiempo muerto, tras ver cómo su equipo encajaba la máxima del encuentro después de dos acciones consecutivas de Barbour, si bien es cierto que una de ellas contó con la inestimable ayuda de la fortuna.
La derrota en el ‘Marta Domínguez’, por 62-54, deja al Melilla Baloncesto sin opciones matemáticas de play off, resultando el último duelo de la próxima semana ante el Lleida de mero trámite, aunque no para los ilerdenses, que se jugarán meterse entre los nueve primeros.
Natxo Lezcano: “Melilla nos puso las cosas muy complicadas”
El técnico local explicó que “Melilla jugó a que no pudiéramos correr y les salió bien. Nos hubiera gustado un juego más alegre, pero el resultado es muy bueno para nosotros. Hemos estado acertados por fuera. Melilla se cerró para que no jugáramos por dentro, pero nos atrevimos a tirar y al final nos fue perfecto. Somos segundos y es un éxito tremendo, aunque me hubiera gustado jugarnos algo en la última jornada para llegar más metidos al play off”.
Alejandro Alcoba: “Volvimos a fallar en el último cuarto, como siempre pasa”
El entrenador melillense cree que “las defensas se impusieron a los ataques. Resultó un partido espeso, pero se nos fue en las segundas opciones de tiro que les concedimos y, sobre todo, en una desconexión total que tuvimos en el último cuarto, y no lo entiendo. Palencia defendió bien pero no para tanto. Sólo anotamos siete puntos en el definitivo periodo. Estamos fuera del play off habiendo competido con todos, pero en los finales se nos fue”.
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