La Semana. MH, 30/12/2024
Por: J.B.
“Cuento de Navidad”, autor: Charles Dicken. Publicado en 1843.
El señor Scrooge es un hombre avaro, tacaño y solitario, que no celebra la Navidad, y que solo piensa en ganar dinero. En la víspera de Navidad, Scrooge recibe la visita del fantasma de su antiguo socio, muerto años atrás. Este le cuenta que, por haber sido avaro en vida, toda su maldad se ha convertido en una larga y pesada cadena que debe arrastrar por toda la eternidad. Le anuncia que a él le espera un destino aún peor, y le avisa de que tendrá una última oportunidad de cambiar cuando reciba la visita de los tres espíritus de la Navidad. Scrooge no se asusta y desafía la predicción. Esa noche aparecen los tres espíritus navideños: el del Pasado, que le hace recordar a Scrooge su vida infantil y juvenil llena de melancolía y añoranza antes de su adicción por el trabajo y su desmedido afán de dinero. El del Presente hace ver al avaro la actual situación de la familia de su empleado Bob, que a pesar de su pobreza y de la enfermedad de su hijo Tim, celebra la Navidad. También le muestra cómo todas las personas celebran la Navidad; incluso su propio sobrino, Fred, quien lo hace de una manera irónica pero alegre, ya que nadie quiere la presencia del avaro. Antes de desaparecer a medianoche, el espíritu muestra a un par de niños de origen trágicamente humano: la Ignorancia y la Necesidad. El terrible y sombrío Espíritu del Futuro le muestra el destino de los avaros. Su casa saqueada por los pobres, el recuerdo gris de sus amigos de la Bolsa de Valores, la muerte del pequeño Tim y lo más espantoso: su propia tumba, ante la cual Scrooge se horroriza de tal forma que suplica una nueva oportunidad para cambiar. Entonces, el avaro despierta de su pesadilla y se convierte en un hombre generoso y amable, que celebra la Navidad y ayuda a quienes le rodean.
Publicada seis días antes de la Navidad de 1843, las 6.000 primeras copias habían sido vendidas antes de la víspera navideña.
El autor del cuento, Charles Dickens, amaba la Navidad, pero su más famoso personaje navideño, Ebenezer Scrooge, no era muy feliz por estas fechas. Dickens nació en el seno de una familia sin muchos recursos, pero a pesar de la falta de lujos, esta época del año era una de sus preferidas.
Las historias de fantasmas eran muy típicas de la época navideña. A pesar de la redención final de su personaje, muchos lectores del autor británico nacido en 1812 se preguntan qué lo llevó a crear un Scrooge tan desalmado.
La respuesta está en el año 1843, el año en que el escritor redactó y publicó su obra. Aquel año, el gobierno británico publicó un informe sobre la gravedad del trabajo infantil en el país. Dickens estaba furioso por aquella situación y pensó, como primera reacción, escribir un panfleto utilizando su vasta experiencia como periodista político, pero luego cambió de parecer y escribió a un amigo diciéndole que “escribiría algo en Navidad que tendría 20 veces más fuerza».
Se reunió con representantes de organizaciones de caridad que ayudaban a las clases más desposeídas de Manchester y visitó uno de los colegios más pobres de Londres, dedicado a educar a los jóvenes destituidos de la capital inglesa.
Publicada seis días antes de la Navidad de 1843, las 6.000 primeras copias habían sido vendidas antes de la víspera navideña.
En España y en el mundo (también en Melilla, ¿verdad señora delegada del Gobierno?) hay muchos señores Scrooge a los que se les deberían aparecer los fantasmas del pasado, el presente y el futuro
En España y en el mundo (también en Melilla, ¿verdad señora delegada del Gobierno?) hay muchos señores Scrooge a los que se les deberían aparecer los fantasmas del pasado, el presente y el futuro, para que cambiaran el rumbo. Algunos ejemplos de personajes (“personajillos” los hubiera llamado el antiguo rey de la radio, José maría García) actuales: Pedro “Pinocho” Sánchez (aprendiz de dictador en España), Carles Puigdemont (delincuente gobernante de Cataluña desde el exilio y antiespañol), Arnaldo Otegi (criminal no arrepentido y antiespañol), Vladímir Putin (dictador imperialista en Rusia), Kim Jong-un (dictador en Corea del Norte), Nicolás Maduro (dictador en Venezuela), Teodoro Obiang (uno de los dictadores más antiguos, con 45 años como presidente de Guinea Ecuatorial), Paul Biya (dictador en Camerún), Denis Sassou-Nguesso (dictador en República del Gongo, que, como pretende Sánchez, cambió la Constitución para perpetuarse en el poder), Yoweri Museveni (dictador en Uganda, que firmó una ley que criminaliza la homosexualidad), Alí Jamenei (dictador en Irán), Emomali Rahmon (dictador en Tayikistán, que ha cambiado varias veces la Constitución para ampliar sus mandatos), Daniel Ortega (dictador en Nicaragua, que empezó, desde 2007, a romper (como Sánchez intenta en España) la división de poderes y que nombró a su esposa vicepresidenta), etc.
¡Que el cuento de Navidad tenga efecto en todos ellos!, para que los que vivimos bajo su yugo dejemos/dejen de sufrirlos.
¡Que el cuento de Navidad tenga efecto en todos ellos!, para que los que vivimos bajo su yugo dejemos/dejen de sufrirlos. Me conformaría, en una primera fase, con que en España nuestro “pequeño dictador” recapacitase (¡no vale todo!), como hizo el señor Scrooge del cuento.
Acceda a la versión completa del contenido
El cuento de la Navidad.
Ha transcurrido un lustro desde que se conocieran los primeros casos de COVID19, origen de…
José Luis Ábalos confirmó reuniones con Pedro Sánchez, Nadia Calviño y María Jesús Montero para…
Miguel Tellado, portavoz del PP, criticó al presidente Pedro Sánchez por su "desesperación" ante casos…
Asisa y DKV evalúan participar en la nueva licitación de Muface, tras la renuncia de…
Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, del PSOE, sostiene que la ley de amnistía ha unido…
Madrid vuelve a acoger esta Navidad el espectáculo ‘Naturaleza Encendida LIFE’, una experiencia inmersiva…