El centro de Melilla empieza su “adaptación amable” al peatón

Si el martes de la semana pasada empezaron las obras para transformar calle La Legión en un bulevar cercano a los peatones, ayer, justo 7 días después, fue el turno de la calle Carlos Ramírez de Arellano. Este emblemático entorno también reducirá a corto plazo el protagonismo de los coches para cedérselo a las personas gracias a una obra de la Consejería de Fomento enmarcada en el Plan de Movilidad Sostenible. De hecho, la construcción de este bulevar en pleno centro de la ciudad será el primero que estará terminado de los que contempla este proyecto impulsado desde el área de Seguridad Ciudadana, ya que el plazo de ejecución es de 5 meses y podría estar finalizado para el mes de marzo, según los cálculos del presidente melillense, Juan José Imbroda.

La Ciudad Autónoma invertirá 569.000 euros en este nuevo bulevar, que en palabras de Imbroda, tiene como objetivo principal acercar a los ciudadanos más al centro con una “adaptación amable a lo que es el interés del peatón”, que cuando camine por la calle Carlos Ramírez de Arellano una vez finalizada la obra sentirá que no ha salido aún del Parque Hernández. Eso será posible gracias a su plataforma única, en la que no habrá bordillos y donde los espacios de los vehículos y los peatones se distinguirán mediante colores. Además, se va a renovar el mobiliario urbano, respetando los árboles y dando a la calle más luminosidad con nuevos báculos o farolas tipo LED.

Acceda a la versión completa del contenido