La Cofradía de Nuestro Padre Jesús Cautivo de Medinaceli y María Santísima del Rocío ha cumplido en la noche de este Jueves Santo la tradición de liberar un preso en su estación de penitencia el Jueves Santo, que en este 2023 cumple su vigésimo tercer aniversario. Este beneficio ha recaído en un joven melillense, N.M.M., de 29 años, que fue condenado por el Juzgado de lo Penal número 2 de Melilla como autor de un delito de atentado a una pena de prisión de tres años y nueve meses e inhabilitación para el sufragio pasivo, y de seis delitos de lesiones leves a una pena de dos meses de multa con una cuota diaria de 6 euros por cada uno de ellos.
El acto de la liberación ha tenido lugar, como siempre, ante una gran expectación de cientos de melillenses que han acudido a la Avenida Juan Carlos I, donde se han situado en paralelo las dos imágenes de la cofradía que salen en procesión este Jueves Santo, y con la presencia de las principales autoridades de Melilla.
Junto al vicario episcopal, Eduardo Resa, estaban la presidenta en funciones del Gobierno local, Gloria Rojas, la delegada del Gobierno, Sabrina Moh, y el comandante general de Melilla, Luis Sáez Rocandio, además de los tres parlamentarios nacionales por Melilla, el diputado Fernando Gutiérrez Díaz de Otazu y los senadores Juan José Imbroda y Sofía Acedo, y varios miembros del Gobierno local.
Una letrada de la Administración de Justicia se ha encargado de leer el auto de liberación, en la que se deja constancia que N.M.M., que estaba allí presente con el rostro tapado por la túnica morada de la cofradía, cumple los requisitos para que se le suspenda la pena.
A partir de ahora, durante un año, la propia cofradía y el Voluntariado Cristiano de Prisiones lo tutelarán para que pueda conseguir su reinserción en la sociedad “y llevar una vida honrada en libertad”, para lo que le van a prestar apoyo moral y auxilio en sus necesidades, tal y como recoge el informe de los servicios sociales del Centro Penitenciario.
Segunda oportunidad
También ha tomado la palabra una de las juezas de la ciudad, que ha recordado que se trata de “uno de los actos con más tradición y arraigo” de la Semana Santa de Melilla que, además, evidencia “el equilibrio que existe en la Justicia española”, que “es firme y contundente ante la comisión de delitos, pero concede segundas oportunidades a las personas que lo merecen a través de la reinserción social”.
Ha destacado que N.M.M. es merecedor de este beneficio “por buena conducta” y ha puesto de relieve que no estará solo, sino que contará con “una importantísima red de apoyos” entre la cofradía, los funcionarios y los miembros del Voluntariado Cristiano de Prisiones.
La jueza ha terminado su intervención deseando al preso liberado que aproveche esta oportunidad que se le concede, algo en lo que también ha incidido el vicario episcopal de Melilla, Eduardo Resa, que le ha transmitido su “felicitación de corazón” y ha confiado en que pueda sacar adelante su “proyecto familiar muy hermoso”.
Al cielo
“Muchísimas gracias”, ha correspondido el preso liberado acercándose al micrófono antes de dar el toque de campana para que los hombres de trono del Cautivo lo elevaran al cielo, un gesto que han emulado segundos después en el trono de la Virgen del Rocío, logrando esta cofradía una de las imágenes más bellas y emotivas de la Semana Santa de Melilla.
Todo ello, ante una gran ovación del numeroso público que había congregado en el tramo de la Avenida que coincide con la tribuna, que no ha querido perderse la siempre emotiva liberación del preso, donde la agrupación musical de la cofradía ha echado el resto.
El acto ha terminado con el saludo de N.M.M. a las autoridades antes de que el Cautivo y la Virgen del Rocío siguieran su procesión camino de la Plaza de Toros, donde estaba prevista la recogida de una procesión que había empezado horas antes, a las cuatro y cuarto de la tarde.
Las inmediaciones de la Iglesia de Santa María Micaela también estaban a rebosar de melillenses que han respaldado con su presencia la salida de las dos imágenes, que ha contado con la participación, un año más, del Grupo de Artillería GAAAL VII y de muchos miembros del Ilustre Colegio de Abogados de Melilla, que es hermano honorario de la cofradía. Además, la Compañía de Mar, que este año cumple su 525 aniversario, ha escoltado a la Virgen.
El recorrido, como cada año, ha estado marcado por varios puntos muy especiales y de gran emotividad. La petalada a las dos imágenes en el Barrio de la Libertad, la bajada de la cuesta hacia el Tesorillo y el paso a pulso por el Puente de los Alemanes, además de la visita a los mayores del Centro Asistencial antes de poner rumbo hacia el centro.
FOTO: @giner.sportphotography
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