Cartel de la exposición de pintura ‘Vestigios’
El pintor y poeta Fernando Fiestas presentará durante el próximo mes de noviembre una muestra sobre su obra pictórica bajo el título de ‘Vestigios’. Se trata de su novena exposición individual después de 17 años, tras la realizada en la Sala Mustang en Oporto (Portugal), con motivo de la Feria de Arte ‘Por amor à arte’. En su historial constan innumerables exposiciones compartidas y colectivas, tanto en diversos lugares de la geografía nacional como en el extranjero. ‘Vestigios’ se expondrá en Madrid, desde el 4 al 25 de noviembre, en la Sala de exposiciones Wilkoart Gallery, en la Calle Doctor Piga, nº 11.
Fernando Fiestas nació en Melilla en 1962. Es Doctor en Bellas Artes y Miembro de Honor de la Unión Nacional de Escritores Españoles (UNEE). En 1981 ingresó en la Facultad de Bellas Artes, carrera que concluiría en 1986, especializándose en Grabado. Su tesis doctoral, leída en el año 2000 y especializada en Pintura, está relacionada con el estudio de la relación artística con el paisaje de Lanzarote y culminada con su exposición ‘Paisaje y Huella’, realizada en la sala de exposiciones del Aljibe de Haría en 2003.
Veintena de obras
En esta muestra actual aporta una veintena de obras de diversos momentos de su vida artística, todas al óleo sobre lienzo o sobre tabla. Se define como un pintor reflexivo, amante del arte artesanal y de la minuciosidad hasta los mínimos detalles en la presentación de las imágenes, pues según él, solo se siente bien tras la larga lucha por la elaboración de sus obras, cuestión que incluye a sus obras literarias, también especulativas sin dejar de lado lo emotivo por su corolario para la eficaz comunicación de sus sentimientos. Es artista de series, aunque prefiere ser catalogado como artista de experiencias estéticas que suele culminar con una exposición individual de síntesis, o bien un poemario. De ahí, sus escasas exposiciones personales y libros, por el momento. Está la de la Galería Infantas, sobre su etapa tenebrista y modernista, con resonancias de Julio Romero de Torres, de la que muestra actualmente un bodegón y dos obras de temas mitológicos. La posterior en la Galería Casarrubuelos de Caja Madrid, donde exploró su mundo interior personal. La última, hace diecisiete años, ‘Litorales’, tuvo lugar en Oporto.
Su obra es realista, deriva desde el Impresionismo hasta el Realismo fotográfico, con clara intención simbolista. Se siente partidario de expresar la fenomenología de sus experiencias estéticas a través de un lenguaje personal simbólico. En esta muestra cabe destacar su lucha contra el iconismo y busca trascender las singularidades para hacerlas devenir en símbolos. No le interesa la univocidad de las imágenes. Busca un más allá de los significados y el simbolismo es para él la mejor garantía para sus objetivos.
Pausa de la precisión de las formas
Por eso, insiste en la pausada precisión de las formas, en el despertar de sus sueños más íntimos y en el empleo de colores profundos a punto de traicionarse a sí mismos. Algunas de las obras aluden a nuestra tierra, como su vista general, la tetera marroquí, el tayín verde o el pan árabe, pertenecientes a sus experiencias respecto a la memoria, a sus recuerdos de infancia vividos en Melilla bajo el título ‘Refracciones desde Melilla, un alegato cercano a las tesis de Proust y de Durrell.
Sin embargo, en esta exposición, estas obras mencionadas conviven con temas de actualidad como sus series Hallazgos, proyecto de varias obras aún en ejecución, que aluden a la fragilidad de nuestra existencia ante las circunstancias actuales por medio de piedras pintadas en precario equilibrio y de caracoles (serie Escargots).
También cabe contar con dos muestras de la serie Collages, sobre los recuerdos frágiles y susceptibles de caer en el olvido. Y sus estudios entre los espacios interior y exterior. Todo ello en pintura alegre, mediterránea y al mismo tiempo misteriosa y contenida, tal como han dicho los críticos en sus diversas exposiciones.
