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El amianto en el Centro de Salud de Polavieja

Es lo mejor que ha podido hacer la institución que dirige Francisco Robles, porque de no haberse pronunciado sobre un asunto tan espinoso como este, hubiera dejado en el aire muchas dudas. Dudas que en cambio ha despejado informando tanto a la opinión pública como a los trabajadores de las medidas que ha adoptado La denuncia presentada en el Juzgado de Instrucción número 5 por un familiar de una trabajadora del Centro de Salud de la calle Polavieja, fallecida recientemente de cáncer a la edad de 49 años, ante la sospecha de que tanto su hermana como otros trece trabajadores que han sufrido cáncer en este edificio en los años que lleva funcionando, han podido contraer esta enfermedad por la presencia de amianto en el mismo, ha puesto sobre el tapete la inquietud existente entre el personal de este centro sanitario.

Si bien el Instituto de Gestión Sanitaria (Ingesa) en un principio evitó entrar a valorar esta denuncia, aduciendo que no iba a hablar de una cuestión que estaba en un procedimiento judicial, finalmente ha dado a conocer su versión de los hechos y ha anunciado las medidas que ha adoptado para informar a los trabajadores y tranquilizarles.

Es lo mejor que ha podido hacer la institución que dirige Francisco Robles, porque de no haberse pronunciado sobre un asunto tan espinoso como este, hubiera dejado en el aire muchas dudas. Dudas que en cambio ha despejado informando tanto a la opinión pública como a los trabajadores al afirmar que "tanto de la información existente de los casos (de fallecimientos o enfermos de cáncer) como del conocimiento sobre los efectos nocivos del amianto, no se puede deducir una relación causa-efecto directa entre los mismos".

Pero ahí no ha quedado la cosa porque la Dirección Territorial "ha dado las instrucciones precisas para el estudio de la situación y la adopción de las medidas que sean necesarias para poder continuar haciendo uso del Centro de Salud en las condiciones de seguridad exigibles".

Asimismo, durante la reunión que mantuvo ayer con los trabajadores de dicho centro sanitario, además de reiterar esta postura, resaltó que "los casos de fallecimiento por cáncer, no tienen nada que ver si hay amianto", ya que "el cáncer por inhalación de amianto se desarrolla a los 20 años de inhalarlo y es de pulmón", y "exceptuando uno el resto han sido por otro tipo de cáncer". Del mismo modo, los usuarios y pacientes que acuden a estas dependencias, no tienen porque temer nada porque para poder infectarse con el amianto, caso de que existiera esta posibilidad, es necesario un contacto prolongado con este material de construcción que hay en la azotea del edificio.

Por tanto, no hay motivo para la alarma, aunque hace bien Ingesa en desplazar a la ciudad a un equipo especialista en epidemiología para que proceda al análisis de la situación y así despejar cualquier factor que pueda preocupar a unos empleados que, no obstante, aún no han descartado si finalmente se concentrarán para exigir mayor seguridad laboral en su lugar de trabajo. Un centro de salud, en cualquier caso, para el que el Gobierno tiene previsto próximamente proceder a su reforma integral y rehabilitación, un proyecto que contempla el cambio de las cubiertas, que es dónde se encuentra el amianto.

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