Dos agentes heridos tras la entrada de un coche kamikaze con 9 inmigrantes a bordo

Nueve inmigrantes de origen subsahariano lograron entrar ayer en Melilla en un coche kamikaze, el tercero de este año, y de nuevo por el paso fronterizo de Farhana. Ocurrió apenas media hora después de que la frontera empezara a funcionar, a las 7.26 horas de la mañana, y a pesar de que el coche irrumpió “a toda velocidad” y “con absoluta temeridad”, no hubo que lamentar una tragedia porque los pocos usuarios que pasaban a Melilla en ese momento se apartaron a tiempo. Un policía nacional y un guardia civil sí resultaron heridos con contusiones después de que intentaran cerrar rápidamente la puerta fronteriza, aunque sin conseguir frenar al conductor kamikaze, que logró darse a la fuga a pie por el cauce del Río de Oro. Nueve inmigrantes de origen subsahariano lograron entrar ayer en Melilla en un coche kamikaze, el tercero de este año, y de nuevo por el paso fronterizo de Farhana. Ocurrió apenas media hora después de que la frontera empezara a funcionar, a las 7.26 horas de la mañana, y a pesar de que el coche irrumpió “a toda velocidad” y “con absoluta temeridad”, no hubo que lamentar una tragedia porque los pocos usuarios que pasaban a Melilla en ese momento se apartaron a tiempo. Un policía nacional y un guardia civil sí resultaron heridos con contusiones después de que intentaran cerrar rápidamente la puerta fronteriza, aunque sin conseguir frenar al conductor kamikaze, que logró darse a la fuga a pie por el cauce del Río de Oro.
Todo ocurrió en apenas 15 segundos, tal y como se puede apreciar en la grabación de las cámaras de seguridad, que recogen el momento en el que el coche kamikaze entra en Melilla impactando contra la puerta, arrollando a un agente y saltándose todos los controles de seguridad. En el vídeo se ve cómo el policía reacciona rápidamente dirigiéndose a una de las dos hojas de la puerta para cerrarla, mientras un guardia civil hace lo mismo con la otra hoja.
Acto seguido, el coche choca frontalmente con las puertas, que al no estar cerradas completamente, vuelven a abrirse violentamente y una de ellas golpea al policía, que termina por los suelos. Los usuarios de la frontera, dos personas que entraban desde Marruecos en moto, se echaron a un lado justo a tiempo para no correr la misma suerte que el agente.
Según la Delegación del Gobierno, el coche kamikaze irrumpió en la ciudad “a toda velocidad, con absoluta temeridad y sin reparar en el daño que pudiera causar a los agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad e incluso a la sociedad en general”, porque puso “en serio peligro” tanto a los funcionarios que estaban prestando servicio en la frontera, como a los ciudadanos que se encontraban en el lugar o en las zonas adyacentes.
El vehículo kamikaze, un robusto Mercedes de color gris, siguió su camino y se paró en la Carretera de Farhana. El conductor siguió su huida a pie, adentrándose en el cauce del Río de Oro para pasar desapercibido, y ayudándose del entorno escolar próximo, que obligó a la Guardia Civil a aminorar la persecución “para evitar males mayores”.
En el coche dejó a los nueve inmigrantes que iban a bordo, entre ellos una mujer. Cinco de ellos salieron corriendo, mientras los otros cuatro estaban metidos en un doble fondo en el maletero y tuvieron que ser rescatados por la Guardia Civil. Finalmente, todos fueron trasladados a la Jefatura Superior de Policía para hacerles la reseña y aplicarles la Ley de Extranjería. La Guardia Civil llevó el vehículo kamikaze a la Comandancia.

Dos agentes heridos
Mientras, en el paso fronterizo, el policía nacional arrollado tuvo que ser trasladado al servicio de Urgencias del Hospital Comarcal para ser atendido por sus contusiones en la tibia, el peroné y la rodilla izquierda. Poco después recibió el alta. El guardia civil, por su parte, sufrió una contusión en un brazo que en principio no parece grave.
También hubo daños materiales en las puertas de la frontera, que tuvieron que ser reparadas, interrumpiendo el tránsito de vehículos durante parte de la mañana. Un furgón de la Guardia Civil sufrió importantes destrozos en varias de sus puertas.
El delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, pudo hablar personalmente con los dos agentes heridos para transmitirles su apoyo y solidaridad y reconocerles su “valerosa actuación”. También hizo lo propio por teléfono el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, que se interesó por el estado de salud de ambos. Más tarde, escribió un tuit con el mensaje “Mi apoyo y cariño para el @policia Fernando Rivas y el @guardiacivil Imad Hamed, heridos al intentar detener a un coche kamikaze en Melilla”.
PP mostró su apoyo incondicional a los dos agentes vía Twitter, donde Ciudadanos (Cs) pidió más recursos humanos y técnicos para la frontera de Melilla.

Arrojo y valentía
En una nota de prensa, El Barkani, destacó “el arrojo y la valentía” de los dos agentes heridos porque “expusieron abiertamente su vida para evitar la violenta intrusión ilegal”. Además, insistió en “el importante servicio que prestan los funcionarios policiales destinados en las fronteras de Melilla” y consideró que el trabajo que desempeñan “merece el reconocimiento no sólo de las autoridades e instituciones públicas de la ciudad, sino del conjunto de la sociedad melillense”.
Según informó ayer la Delegación del Gobierno, hay en marcha una investigación “sobre la trama mafiosa que promueve esta abominable y violenta fórmula de tráfico ilegal de inmigrantes”.
El Barkani cree que la entrada de ayer en coche kamikaze “demuestra una vez más que la presión migratoria sobre Melilla no cesa y que las medidas de control fronterizo deben seguir perfeccionándose para evitar entradas ilegales, violentas y temerarias que ponen en grave riesgo a los funcionarios policiales, a los propios inmigrantes irregulares y a la ciudadanía en general”.
Los anteriores kamikazes entraron el 26 de marzo y el 7 de abril.

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