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Detenida una fotoperiodista acusada de ayudar a inmigrantes tras un salto a la valla

melillahoy.cibeles.net fotos 1144 Angela

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Melilla vivió ayer un nuevo intento de salto a la valla protagonizado por un grupo de 70 subsaharianos, de los que solo consiguieron entrar 5 a la ciudad. Esta avalancha, la primera en casi tres semanas, causó no pocas complicaciones. Una de ellas, que una decena de inmigrantes se quedaron encaramados a la valla y se negaron a bajar hasta nueve horas después. Además, la Guardia Civil detuvo a la fotoperiodista Ángela Ríos, a la que acusa de favorecer la inmigración irregular por transportar en su coche al CETI a cuatro de los subsaharianos que acababan de saltar. Esta freelance, colaboradora de varios medios de comunicación, negó esta versión ante el juez, que decretó su libertad sin medidas cautelares, pero con una imputación por presunto delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros. Los hechos comenzaron a las 5.20 horas, cuando un grupo de unos 70 subsaharianos logró alcanzar el vallado aprovechando la espesa niebla que cubría en ese momento la ciudad y que “impidió una mayor efectividad del sistema de alerta temprana”, según informó la Delegación del Gobierno en una nota de prensa. No obstante, sí se desplegó en la zona un amplio dispositivo de seguridad de la Guardia Civil, con unidades de su Comandancia en Melilla y de los equipos de la Agrupación de Reserva y Seguridad (ARS) destinados al refuerzo fronterizo desde hace varios meses en nuestra ciudad.

Según la Delegación del Gobierno, este dispositivo es lo que logró frustrar el salto, que se produjo por la zona comprendida entre el Cerro de la Palma Santa y el puesto fronterizo de Farhana, muy cerca del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), donde había una gran expectación por parte de algunos de sus residentes, que esperaron en la puerta del centro y el puente colindante la llegada de sus compañeros.

Unos diez inmigrantes se quedaron encaramados en la zona alta de la valla, negándose a bajar pese a las indicaciones de la Guardia Civil, que como en otros intentos de entrada similares, realizó un amplio despliegue en la zona y colocó una escalerilla junto a la alambrada para facilitar el descenso de los subsaharianos, que esperaban sentados y tumbados a seis metros de altura.

Ante esta situación, el paso fronterizo de Farhana estuvo cerrado toda la mañana, hasta que los inmigrantes decidieron bajar sobre las 14.30 horas, momento en que quedó restablecida la normalidad en el perímetro fronterizo. Como otras veces, las autoridades de Marruecos se hicieron cargo de estos inmigrantes.

La Delegación del Gobierno cifra en cinco las entradas que se produjeron en este intento de salto a la valla, una de un inmigrante que presentaba una herida en la mano derecha, por la que fue atendido por los servicios de Cruz Roja a requerimiento de la propia Guardia Civil.

Detención de la fotoperiodista
Según la Delegación del Gobierno, los otros cuatro inmigrantes que entraron a Melilla fueron avistados por la Guardia Civil en el interior de un vehículo conducido por una mujer melillense, una fotoperiodista que trabaja como “freelance” de la que la institución no dio más detalles, salvo que “colabora con distintos medios de comunicación”. Se trata de Ángela Ríos, que trabaja como freelance y habitualmente cubre todos los sucesos relacionados con la inmigración en nuestra ciudad.

La versión de la Delegación del Gobierno apunta a que la fotoperiodista fue detenida al ser considerada como presunta autora de un delito de favorecimiento de la inmigración irregular, ya que fue interceptada en su vehículo con cuatro subsaharianos dirigiéndose al CETI. Asimismo, la institución puntualizó que esta detención “no guarda ninguna relación con el ejercicio del derecho a la información”, dado que “cuando se la detiene ni se encontraba ejerciendo como periodista en la zona de seguridad próxima al salto, ni tampoco ella se identifica como tal”.

Según la Delegación del Gobierno, la Guardia Civil avistó a los inmigrantes en el interior del vehículo, al que dio el alto. En ese momento, los subsaharianos escaparon del vehículo y los guardias civiles solo consiguieron interceptar a la mujer que conducía el automóvil, que fue trasladada a la Comandancia de la Guardia Civil, en calidad de detenida, para la instrucción de diligencias como supuesta autora de un presunto delito de favorecimiento de la inmigración irregular.

Según informaron a MELILLA HOY fuentes de la defensa, Ríos se negó a declarar en la Comandancia de la Guardia Civil de Melilla, donde su abogado presentó el habeas corpus.

Posteriormente, Ángela Ríos fue trasladada a las Torres V Centenario para ser puesta a disposición judicial en el Juzgado de Instrucción número dos, en funciones de guardia, donde prestó declaración. También lo hizo un testigo propuesto por el abogado, el también fotoperiodista melillense Antonio Ruiz.

Sobre las cinco y media de la tarde, 12 horas después de producirse el intento de entrada y la detención de la freelance, el magistrado Emilio Lamo de Espinosa decretó libertad provisional para ella, sin medidas cautelares, pero con cargos, al estar imputada por un presunto delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros.

La declaración ante el juez
El juez Lamo de Espinosa consideró procedente decretar la libertad de Ríos, aunque en el auto, al que ha tenido acceso MELILLA HOY, establece que “existen indicios bastantes para estimarla responsable criminalmente del delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros”, según lo dispuesto en los artículos 499, 505, 529 y 530 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal.

Todo ello, tras escuchar el testimonio de Ríos, recogido en las diligencias previas, a las que ha accedido este Periódico. En ellas, explica básicamente que vive cerca del CETI y escuchó las sirenas del vallado, por lo que rápidamente se cambió de ropa y salió a la calle para cubrir el intento de entrada masiva. Cuando conducía su coche, se cruzó con cuatro inmigrantes, que gritaban “África, África”, en alusión al CETI, por lo que ella les indicó dónde estaba y aprovechó para hacerles fotos corriendo hacia el centro migratorio.

A su llegada a la puerta del CETI, según su testimonio, fue requerida por la Guardia Civil para que se identificara y fue trasladada a la Comandancia, sin saber si estaba detenida o no.

MELILLA HOY ha podido saber, de fuentes cercanas al caso, que Ángela Ríos llevaba en el momento de ser interceptada por los agentes 2.000 euros divididos en cuatro fajos de 500 euros. La fotoperiodista fue preguntada por ello en sede judicial, donde dijo que ese dinero se debe a que desde hace un mes lleva el estudio de fotografía de su hermano, que está ahora estudiando en Argentina, al que tenía que hacer unos pagos, los cuales tenía que acreditar. El testigo, Antonio Ruiz, también corroboró este extremo y dijo haber tenido también problemas con la Guardia Civil para desarrollar su trabajo cerca de la valla en intentos de entrada masiva.

“JeSuisAngela”
La detención de Ríos causó cierto revuelo entre algunas ONG y medios de comunicación nacionales. José Palazón, responsable de Prodein, estuvo en la puerta de la Comandancia de la Guardia Civil por la mañana denunciando los hechos y asegurando que él mismo había trasladado a inmigrantes que acababan de saltar para llevarlos al CETI. De hecho, colgó un vídeo de él mismo, conduciendo mientras grababa a un grupo de inmigrantes que acababa de saltar, entre los que estaba Mirelle, la primera mujer en saltar la valla de Melilla. Con el hasthag “JeSuisAngela”, pedía a todo el mundo que hiciera lo mismo cuando viera a los inmigrantes corriendo por Melilla en dirección al CETI.

Paco Solans, portavoz de la Subcomisión de Extranjería del Consejo General de la Abogacía Española (CGAE), declaró ayer a El Mundo que llevar en coche a unos inmigrantes cuando han traspasado la frontera no es delito. “Sería delito si se pudiera demostrar que ha habido una concertación previa entre el inmigrantes y esta persona o en el caso de que hay habido ánimo de lucro. En este caso se nota cierto aire represivo porque es un despropósito”, manifestó.

Tras estos hechos, la Agencia France-Presse, con la que colabora Ríos, se dirigió a los servicios de la presidencia del Gobierno en Madrid para pedir explicaciones sobre estas acusaciones contra la fotoperiodista. “Esperamos que sea sólo un malentendido y que nuestra colaboradora pueda recuperar la libertad lo antes posible”, dijo.

Redacción

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