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Daniel Ventura: "Melilla se siente sola", sin el apoyo de nadie ante la presión de los MENA

Daniel Ventura, consejero de Bienestar Social

El consejero de Bienestar Social, Daniel Ventura, realiza un balance "muy positivo" del año 2018 porque ha permitido optimizar recursos dentro del objetivo de mejorar la calidad de vida de los melillense, una cuestión que se incluye dentro de los retos de 2019, un año en el que "avanzar, evolucionar, intentar que tengamos menos familias en riesgo de exclusión". Pero sin lugar a dudas la presión migratoria seguirá siendo una constante y ante este asunto, asegura que el Gobierno de Melilla se "siente solo" ante esta problemática, porque no cuenta con el respaldo ni del resto de las comunidades autónomas, ni del Ejecutivo central ni la Unión Europea.

Seguramente cometemos errores, porque nadie es perfecto y porque todo es susceptible de mejorarse. En eso estamos. Los errores, cuando somos conscientes de ellos, se reparan. Claro que te afectan, pero no hay que fustigarse, sino que una vez descubierto el error, se aprende y se toman nuevas decisiones.

Considero que ha habido una utilización muy razonada de los servicios sociales, según nos transmiten los trabajadores sociales, que son los que tratan con los usuarios. Estamos contentos, pero si salimos del ámbito de las familias en riesgo, y vamos al de las asociaciones, todo lo que es el tercer sector, podemos decir que estamos muy orgullosos y contentos porque considero que hemos dado a todas las organizaciones lo que han necesitado para mejorar la calidad de vida de sus usuarios. Hablamos de personas con alguna discapacidad o disfunción, que en estas entidades encuentran un importante apoyo.

Los retos son muchos de ahí que nos planteamos poder seguir generando servicios desde los que poder cubrir todas las necesidades que se dan en los barrios melillenses. En este sentido, queremos abrir un centro de intervención social que trabaje en los distritos IV y V para reforzar la labor que ya se hace desde los centros de servicios sociales, de cara a seguir cubriendo necesidades.

El sentirnos tan solo genera sobre todo impotencia y también cuando aparecen determinadas ongs, partidos políticos o eurodiputados de distintos colores por la ciudad, y dan mensajes que son incongruentes con la realidad. Van a vender un producto que ya no se cree la gente, porque las personas no son estúpidas y saben que es humo. Esa soledad también en el hecho de que ni siquiera se ha mostrado la solidaridad interterritorial, y es que nadie se ha mojado. De los que vienen a decirnos cosas sobre menores, ninguno ha mostrado su interés de actuar por el bien superior del menor, porque de haber sido así, no tendríamos como tenemos a casi mil menores acogidos. Lo que hemos visto es que todo ha sido una mentira por parte de las organizaciones que han venido a querer darnos lecciones y no hacer nada.

Pero también hay que decir que mientras en otras comunidades autónomas cuando se termina la partida para ayudas sociales a mitad del año dejan de prestarlas, y vemos a familias desahuciadas, en Melilla eso no pasa desde hace años. Y eso es bueno que los melillenses lo sepan, que atendemos hasta el último día a las familias que lo necesitan, durante todo el año. Se intentan buscar soluciones a los problemas de las familias y no vendemos humo, sino realidades porque entendemos que para levantar un país hay que trabajar.

Producen también vergüenza porque dicen una cantidad de barbaridades que son siempre inventadas. Siempre están viendo en los presupuestos cuestiones de clientelismo o favoritismo que no son reales. Ven fantasmas en todas partes y produce rubor cuando se les escucha, y además no se les ve interesados verdaderamente por los presupuestos porque hacen múltiples preguntas en comisiones pero les importa un bledo cómo se gestionan los presupuestos. Lo extraordinario en este caso es que dijeran algo positivo de estas cuentas y eso no va a ocurrir jamás y menos con esta pésima oposición.

Son muchas pequeñas cosas, pero todas juntas podemos decir que terminarán traduciéndose en cosas de relevancia. Son muchas pequeñas cosas que hacer y trabajar, como mejorar las ayudas a las familias con hijos, adaptar el reglamento de adopciones y acogimiento introduciendo la figura de la familia colaboradora; es decir, el dinamismo de la Consejería es tal y tantas las ideas que lo que hacemos es ponernos en marcha con todo lo que se nos va ocurriendo buscando mejorar el servicio a las personas. Queremos mantener lo que tenemos y funciona, que es realmente lo complicado de nuestro trabajo y llegar a más.

Jesús Andújar

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