Afirma Daniel Ventura, ex consejero de Bienestar Social y futuro diputado del Grupo popular en la Asamblea, que el gobierno “antinatura” que encabeza Eduardo de Castro “dejará de ver el problema de los menores desde la barrera”, que se “dará de bruces con la realidad” y vaticina que en unos meses surgirán las desavenencias ante la dificultad de “no poder hacer todo lo que han prometido a tanta gente, que les va a exigir que cumplan esos compromisos”, porque deben seguir lo que establece el procedimiento administrativo.
- La decisión de Juan José Imbroda de renunciar a su acta de diputado, le permitirá a usted ocupar su escaño en la Asamblea de la Ciudad. ¿Qué opinión le merece este cambio desde el punto de vista personal?
- Imbroda no ha renunciado aún a su acta, aunque ha anunciado que lo hará. De todas formas, me gustaría aclarar que marcharse era algo que tenía pensado desde hace tiempo, porque lo que quiere es llevar una vida normalizada, de familia, de hijos y nietos y creo que a esto tiene derecho. Pero pretendía dar este paso una vez hubiese dejado todo más o menos preparado para que la ciudad no tuviera ningún tipo de incertidumbre. Imbroda iba a continuar adelante dejándolo todo preparado, como un padre que piensa en el futuro de su familia. Por eso mismo concurrió a las elecciones. Se marchará como tenía previsto hacerlo y habrá cambios, que no tienen por qué ser ni mejores ni peores, ni buenos ni malos, pero sí a los que la gente se tiene que adaptar como nosotros lo hacemos a las nuevas situaciones. En cuanto renuncie a su acta de diputado entraré yo y ya lo he dicho a los que me han felicitado por ello, que no es precisamente una perita en dulce, no es agradable entrar por las circunstancias que nos rodean y tras lo que pudimos ver en el acto de investidura que fue realmente desagradable.
No es una situación agradable para muchos melillenses como también nos lo han trasladado. Nos vamos a encontrar con una forma de actual que no son normales y no serán de extrañar viniendo de ese futuro gobierno antinatura, como ya vimos en la proclamación del presidente, que es algo lejos del sentido común y la razón, pero con el tiempo, cada uno tendrá que apechugar con lo que ha hecho. El resto, es cuestión de ser pacientes porque el ciudadano podrá a cada uno en su lugar.
- Ha desempeñado durante cuatro años la gestión de una Consejería como la de Bienestar Social, compleja se mire por donde se mire, porque su objetivo es atender de forma digna a las personas sin recursos que más lo necesitan. ¿Cómo valora este periodo?
- Se han hecho muchas cosas, entre ellas algunas muy necesarias como adaptar los reglamentos a la situación de la ciudad, como el de Bienestar Social, el de ayudas y servicios, el de familias numerosas, el de acogimiento y adopciones, o el de Derechos, Deberes y Régimen Interno de los Servicios Sociales con el que proteger a los trabajadores de agresiones de algunos usuarios.
También hemos puesto en marcha un centro de asesoramiento integral de la familia, en pleno paseo marítimo, pensado para que padres y madres pudieran consultar con los profesionales de la entidad y orientarles a la hora de afrontar los problemas que puedan tener con sus hijos.
Son muchas cosas las realizadas con la intención de mejorar la vida de los propios ciudadanos, como, por ejemplo, las personas con discapacidad y sus familias. Hemos estado muy pendientes de este asunto, destinando más recursos económicos y estructurales. Hemos aprobado también nuevas subvenciones para asociaciones y fundaciones encargadas de la tutela de personas mayores de 18 años ya sea con alguna discapacidad, enfermedad mental o personas mayores. Asimismo, hemos incorporado las terapias con animales en la atención de las personas con discapacidad, como la equinoterapia, la caninoterapia y la naturoterapia.
Considero que hemos hecho muchas cosas y la mayoría las hemos hecho bien, pero es imposible enumerarlas, como por ejemplo la atención de los menores extranjeros no acompañados, una labor que hemos hecho en solitario porque nos han olvidado todas las instituciones, desde el Defensor del Pueblo a Unicef, Naciones Unidas, la Unión Europea y, por supuesto, el Gobierno de la nación y el resto de comunidades autónomas. Hemos estado solos en cuatro años, con un incremento extraordinario porque hemos llegado a los mil acogidos, y lo hemos afrontado solos.
Pero no lo hemos debido hacer tan mal en este tema de los menores porque otros estamentos, incluso internacionales, han recurrido a nuestra experiencia y sabiduría en busca de asesoramiento.
Algo que no sale en los documentos oficiales, es que hay mucha gente trabajando para intentar que la ciudad sea una balsa y así ha sido. Ha habido paz social en estos cuatro años, no hemos tenido problemas que sobresalieran con nada y ha sido posible gracias a los funcionarios, al personal laboral y a las empresas externas que han sido muchas y lo han hecho bien y a las que felicito.
- En numerosas ocasiones Coalición por Melilla se ha manifestado a favor de devolver las competencias de menores al Estado. Una vez en el Gobierno local, ¿considera que se hará esta petición al Ejecutivo central?
- No sé si lo van a pedir, pero, para empezar, pienso que el gobierno que se va a crear, aunque democrático, es antinatura, porque nace a partir de una situación anómala. Aún así, les deseo lo mejor, sobre todo a quién se vaya a hacer cargo del área en la que he estado trabajando en estos cuatro años. Me gustaría que estuviesen pendientes de estos niños que no tienen culpa de nada. El nuevo responsable se tiene que enfrentar a mil niños y creo que ya dejarán de ver el problema desde la barrera, sino in situ.
El tema de devolver las competencias será imposible por mucho que se hayan dado golpes de pecho, como CPM, ese partido que está fuera de la normalidad democrática de este país o Gloria Rojas, la flower power, para la que todo es guay y está muy equivocada. Todos ellos se van a encontrar con la realidad, algo que les va a venir muy bien, porque se van a encontrar con los trámites administrativos, con el funcionamiento de la administración, y verán que no podrán hacer todo lo que dicen que pueden hacer. Verán que hay que seguir el procedimiento administrativo y se van a dar de bruces con esa realidad.
Pero me gustaría que estos niños no tuvieran problemas, porque no tienen culpa de nada, sino sus padres al otro lado de la frontera que ven cómo viven aquí y el propio Marruecos, que no ha tenido la vergüenza de atender a estos niños, los más de ocho mil que están acogidos en nuestro país sin que nadie diga nada. Son ocho mil niños abandonados y ni siquiera la ONU ha abierto la boca.
Con esta realidad se va a encontrar este gobierno extraño, con traidores, un gobierno Frankenstein en toda regla, porque es una mezcla extraña de personas que se repele más que se atraen. Son tres partidos que van a tener dificultades a lo largo del tiempo y creo que lo veremos en cuatro o seis meses. Los melillenses veremos pronto esas desavenencias y las dificultades de no poder hacer todo lo que han prometido a tanta gente, personas que les van a exigir que cumplan esos compromisos, porque deben cumplir el procedimiento administrativo.
Estaremos atentos a esos problemas y expectantes. Desde el grupo popular vamos a defender la españolidad de Melilla, lo que los trece mil votantes y el resto de ciudadanos que están de acuerdo en que tenemos que recuperar el gobierno de la ciudad, por cuestiones como la situación geoestratégica y de seguridad nacional. Estoy convencido de que son miles los melillenses que confiarán en nosotros para sacar de las instituciones a los que no se lo merecen.
- Al hilo de lo que comenta, ¿realizará el Partido Popular una férrea labor fiscalizadora de la gestión del nuevo Gobierno de la Ciudad?
- Todos los que salimos del Gobierno tenemos la experiencia de saber cómo funciona la administración y ahora, desde fuera, veremos a los que entran y su inexperiencia. Cuando estas personas intenten hacer algo de forma de gobierno en plan Chaves, se van a encontrar con una estructura bien montada, unos reglamentos, que establecen unos procedimientos administrativos legales que cumplir, y a unos técnicos que dirán a los consejeros y viceconsejeros de turno, lo que es legal o no, y que no firmarán aquello que se salga de la norma. Nosotros, desde la oposición, estaremos atentos a todo esto y no nos temblará el pulso en llevar al juzgado al que haga con malas artes las políticas que pretenden. Todo eso lo vamos a controlar.
