– ¿Le duelen las críticas de sus compañeros de partido?
– Yo superé un cáncer de estómago hace muchísimos años y, una vez superado eso, y aun pasando revisiones anuales, las cosas duelen con cierta relatividad. Es decir, lo más importante deja de ser importante. A mí no me ofende nadie. No ofende quien quiere sino quien puede y no conozco a nadie que tenga la capacidad de ofenderme. Me parece excesivo que me digan que soy desleal por el mero hecho de ejercer mi libertad y cumplir con los requisitos. Si no somos capaces de tener iniciativa, resulta que siempre estaremos en el mismo sitio.
– ¿Cree que esa cascada de críticas puede ser contraproducente para el PP?
– Que haya críticas tan agresivas sobre mi decisión creo que pone en solfa determinadas cuestiones. No tienen que estar muy tranquilos cuando critican a una persona partiendo de una posición y siendo afiliado desde el año 2000. Yo sé cuál es la corriente, porque hasta ahora he sido coordinador de Movilización y Participación del Afiliado en el PP. Sé cómo piensa el afiliado y lo que quiere el afiliado. Creo que el desaforado ataque que he recibido es porque están inquietos, y lo que para ellos ha sido un camino de rosas o un paseo militar durante mucho tiempo, a lo mejor ya no lo es. Y mi futuro en el partido no será el de quedarme callado independientemente de cómo salga, tengo mis inquietudes y seré aglutinador de determinadas posiciones que tengamos los afiliados
