CPM acusa a la Ciudad y la Delegación de boicotear a Acsemel en la reunión con los empresarios

Coalición por Melilla (CPM) denunció ayer un supuesto boicot de la Ciudad Autónoma y la Delegación del Gobierno a la plataforma de comerciantes para que pudiera asistir al completo a la reunión que ambas administraciones mantuvieron ayer por la tarde con la Confederación de Empresarios (CEME). En rueda de prensa, el diputado de CPM Rachid Bussian aseguró que las dos administraciones accedieron a la petición de esta plataforma para acudir a la reunión, pero con la condición de que no asistieran los representantes de la asociación de comerciantes fronterizos Acsemel, que es una de las integrantes de la plataforma.
Según Bussian, las otras dos asociaciones que forman parte de dicha plataforma, la Asociación de Comerciantes de Melilla (Acome) y la Asociación de Hostelería, se negaron a acceder a dicha condición «por solidaridad» con Acsemel, dando así «una auténtica bofetada de talante» a las dos administraciones.
El diputado cepemista señaló directamente como autores de este supuesto boicot al presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda, su vicepresidente primero, Daniel Conesa, y el delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, y atribuyó esta decisión al «nerviosismo en el que se ha instalado el PP».
Bussian consideró que con esta postura, son los responsables de estas administraciones las que están politizando la situación, algo de lo que acusaron días atrás a la oposición, y les reprochó que estén utilizando la técnica de «divide y vencerás» para tratar de mermar a la plataforma, que el mes pasado congregó a más de 2.000 en su protesta.

“No es derrotismo, es realismo”
A su juicio, esto se debe a la «más que absoluta fobia» del PP, al que exigió que «tenga algo de talante y altura de miras» y haga «política con mayúsculas» en vez de «boicotear a una parte importante de la plataforma de empresarios».
Además, negó la acusación de «derrotismo» del Gobierno local hacia la oposición y los melillenses al puntualizar que se trata de «realismo», y se refirió en este punto a los datos del Producto Interior Bruto (PIB), la caída de las importaciones y exportaciones y el descenso de un 15 % de inversiones respecto a la época de Gobierno del PSOE.
En este punto, negó que haya una “manipulación política” porque se trata de “datos oficiales” emitidos por el Gobierno central, liderado por el PP.

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