CPM acusa a Cultura de obstaculizar la labor fiscalizadora de la oposición

Cecilia González denuncia retrasos en la convocatoria de comisiones, la exclusión de propuestas de Medallas de Oro y la falta de transparencia en los gastos culturales

La diputada de Coalición por Melilla (CPM), Cecilia González, ha denunciado la gestión de la Consejería de Cultura, dirigida por Fadela Mohatar, y ha acusado a la responsable del área de “obstaculizar sistemáticamente” la labor de fiscalización de la oposición.

González recordó que el Reglamento de la Asamblea establece en su artículo 36.2 la obligatoriedad de celebrar al menos una comisión ordinaria mensual, salvo excepciones muy concretas. Sin embargo, apuntó que “desde el 28 de mayo no se convocó una nueva sesión hasta el 30 de julio, incumpliendo así el reglamento y limitando nuestro trabajo de control”.

La parlamentaria criticó además que la última Comisión de Cultura, convocada de forma extraordinaria y urgente el 4 de septiembre para el día siguiente, se celebró “con escaso margen para analizar las propuestas de concesión de Medallas de Oro” y “sin dar opción a ruegos y preguntas, algo que la consejera parece querer evitar a toda costa”.

En este punto, González lamentó que las propuestas presentadas por CPM a finales de agosto —en favor de Médicos sin Fronteras y de Carmen Perea Alcalá— “fueron ignoradas en el orden del día” pese a que el reglamento obliga a incluirlas en la primera comisión convocada. Finalmente, señaló, ambas fueron incorporadas a última hora y rechazadas, mientras que los galardones se concedieron a la UNED y a la Comandancia Naval.

“Mucho nos tememos que hay muchas cosas en la Consejería de Cultura que la consejera no quiere que sepamos. Si no, no entendemos esta obsesión por impedirnos ejercer nuestra función de fiscalización”, criticó la diputada, quien recordó que aún esperan el desglose del concierto de Luis Fonsi, que “en Berja costó 55.000 euros y en Melilla ascendió a 415.000”.

Para CPM, esta falta de información, unida a la demora en las convocatorias, responde a una estrategia de la Consejería de Cultura “para que se olviden los temas pendientes” y para “no tener que rendir cuentas ante los grupos de la oposición”.

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