La U.D. Melilla perdió ayer domingo dos puntos en el tiempo de la prolongación, cuando prácticamente ya festejaba el triunfo, pero el San Roque puso toda la carne en el asador en su especialidad, a balón parado, y así consiguió el empate (1-1), después de dos antológicas intervenciones del meta Dani Barrio, pero en última instancia, tras una serie de rechaces, apareció el omnipresente Iván para empujar el cuero al fondo de las mallas.
El encuentro comenzó igualado, aunque poco a poco el Melilla dominó hasta el descanso y al igual que en la jornada anterior perdonó ante la meta rival, mientras que los visitantes optaron por aguantar de forma ordenada en defensa y salir en un par de contras para sorprender al Melilla, aunque sin ambición.
El Melilla disfrutó de su primera ocasión a los ocho minutos de juego, en un centro de Nacho Aznar que Plata remató de cabeza, fuera de puerta, y seis minutos después el propio Plata disparó por encima del larguero, en otra clara oportunidad, dentro del área, tras un pase medido de Sufian.
La réplica onubense se produjo un minuto más tarde, en un centro por la banda izquierda que Chaco envió fuera, de cabeza.
Los locales no dieron tregua en estos primeros cuarenta y cinco minutos al cuadro lepero y a los diecisiete minutos, tras un centro de Nacho Aznar por la izquierda, el meta Bocanegra se lució tras un potente chut de Sufian, despejando a córner.
La Unión Deportiva perdonó de nuevo a los 34 minutos, en otro centro por la izquierda de Sufian, el balón quedó muerto a los pies de David Vázquez y remató a placer, pero el cancerbero onubense se lució de nuevo, desbaratando un gol cantado.
El San Roque sólo inquietó en el 38′, en un remate de cabeza, flojo y suave, sin consecuencias, a las manos de Dani Barrio.
La última oportunidad de los melillenses fue de nuevo clarísima, a tres minutos del descanso, en una internada de Nacho Aznar, pero cuando pasó sobre Plata éste hizo el desmarque al primer palo en vez de ir al segundo, perdiéndose el balón por la línea de gol.
Los goles, al inicio y al final
La segunda parte comenzó trepidante, ya que al minuto de juego los unionistas se adelantaron en el marcador, en un balón colgado desde el centro del campo, el meta Bocanegra y un defensor chocaron entre sí y el balón lo recogió David Vázquez para marcar a placer desde fuera del área.
Con el 1-0, el Melilla se encargó de dormir el partido, jugando con la ventaja en el marcador, lo que aprovechó el equipo andaluz para apretar e intentar igualar el partido. Los minutos pasaban y ello favorecía al Melilla, que en los últimos veinte minutos se encerró para defender la mínima renta. En el 70’, el visitante Iván intentó sorprender a Dani Barrio de chilena, pero éste atajó con seguridad.
Pese a que el San Roque se estiró, la Unión Deportiva tuvo la sentencia tres minutos después, en una falta botada por David Sánchez al segundo palo, Plata pasó al centro de la portería y Borja con todo a su favor disparó flojo y raso, dándole tiempo a la defensa onubense a despejar el peligro.
Los locales cedieron ante el empuje visitante y además los cambios por lesión de Sufian y Plata hicieron daño al Melilla. Con anterioridad, también se marchó David Vázquez, aunque por decisión técnica, algo que no gustó al respetable, que silbó el cambio.
Sin embargo, el cuadro lepero no llegaba con claridad, pero apostó por las jugadas a balón parado, su verdadero potencial. Una falta de los locales a un contrario, a tres cuartas partes del campo, fue aprovechada en la prolongación, en el minuto 95, para que los visitantes igualaran el partido. En primer lugar remató a bocajarro Bonaque y Dani Barrio evitó el tanto con una soberbia manopla, despejando a córner. El balón llegó otra vez a Bonaque y de nuevo se lució Dani Barrio, pero su rechace lo aprovechó Iván para marcar en el segundo palo, totalmente a placer, sin un defensor que se encargara de taponar la marca.
El tanto fue un verdadero jarro de agua fría para los azulinos, que se quedaron con cara de ‘tontos’ cuando se cumplía el minuto 95, aunque todavía quedaban por jugar otros cuatro minutos. El Melilla se volcó, ejecutó dos saques de esquinas consecutivos pero el marcador ya fue inamovible.
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Con cara de ‘tontos’