Colores políticos

Después del 24-M, y más concretamente después de conformados y confirmados los diferentes gobiernos autonómicos y locales, si nos dejamos llevar por la "ilusión" de lo que nos han vendido y nos han prometido los colores "azul, rojo, morado, naranja, rosa, amarillo, negro y otros", esto va a ser "la leche" y todo el pueblo ciudadano "bailando y cantando lo que se tercie".
Con cualquiera de ellos, se cambiaba en positivo, se acababa la corrupción, se acabarían los desahucios, el copago, se aumentaría el gasto en servicios sociales, ayudas a vivienda, creación de empleo, adiós a la pobreza extrema y a la otra, más y mejor sanidad pública, mejora en la educación (bueno, esto con poco que se haga, siempre será mucho mejor que la "herencia" Wert, "no se por qué" eso de "herencia" me suena de algo).

Poco a poco iremos comprobando y constatando si todo lo prometido toma tintes de realidad o si por el contrario, ¡No hay parné! Y papá Estado en el que aun manda el muy satisfecho Mariano Rajoy con sus "extraordinarias y milagrosas" medidas de recortes variados a los de siempre y como dice, garantiza y asegura que "vamos fetén" y "la crisis ya ha pasado a la historia", empieza por fin a esparcir o repartir la riqueza que aun no ha sido trasladada a Suiza y otros paraísos fiscales, y esa "excelente cosecha recogida" después de casi cuatro años sembrando las arcas públicas con lo mucho detraído de los bolsillos de los españoles, ¡Sí! Esos que él mismo no ha parado de mencionar como los muy solidarios sacrificados y que es hora ya de que noten el beneficio de tanto sacrificio "útil".

Como hay hemeroteca para todos los gustos y de "todos los colores políticos" iremos constatando si aquello de "donde dije digo, digo diego" queda en mera anécdota o se convierte en triste realidad.

El recién nombrado President de la Generalitat Valenciana, el morellano Ximo Puig (Joaquín), dice que lo primero que tienen que hacer es recordarle a Rajoy la deuda que el Estado tiene con la Comunidad valenciana (posiblemente País Valencià de ahora en adelante). Ya se lo recordaba el otro Presidente anterior también a Mariano y Montoro, el castellonense Alberto Fabra y ni "puñetero caso", y eso que eran y son del mismo PPartido gaviotero, o "grajo del mal agüero".

En nuestra Melilla del alma, de momento nada de nada, ahí siguen deshojando la flor de las pencas o chumberas melillenses, y es que entre todas o entre todos, son muchos "los pinchos" ensartados y en tan poco tiempo ("inutilidad más bien le llamaría yo") "imposible de quitar" y "pocas ganas de hacerlo". ¡Venga ya! "Servidores políticos melillenses", miren un poco por sus conciudadanos, por su bienestar y aparquen sus "cuitas partidistas interesadas".

Por un triste hecho histórico, nefasto, desgraciado y tremendamente exterminador de españoles, se ha conocido siempre a Melilla, a nuestra Melilla por "la adelantada", pero ahora, después del 24M, se nos conocerá por "la retrasada" ¡Qué paciencia hay que tener paisanos!
Terminando de escribir todo este "rollo" que se me ha ocurrido a las 4,19 de la madrugada del miércoles, perdón a las 4,20 por eso del "segundo" añadido a nuestros relojes. Tiene "cojones" la cosa con la caló que hace esta noche y no se le ocurre otra cosa al físico melillense Francisco Galindo que "endilgarnos" un segundo más. Lo acabo de leer en Melilla Hoy. Como también he leído otro magnífico escrito (uno de tantos) del gran melillense Juan J. Aranda hablando de esa/s placa/s inmerecidamente dedicadas (antes al Jefe del Estado y ahora al comandante Franco) por las autoridades "que se pasan la Ley de Memoria Histórica por la entrepierna". Franco nos convirtió precisamente a Melilla en esa "adelantada" que menciono más arriba previo asesinato del general Romerales y otros mandos y autoridades melillenses. Basta ya de guardar pleitesía en calles y plazas de Melilla o de otras ciudades españolas a tanto dictador y asesino de españoles, es asquerosamente lamentable que a algunos se les llene la boca de transición, de democracia y de Constitución, pero siguen erre que erre adorando y añorando al ferrolano exterminador.

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