Gregorio Hernández, presidente del Club Scorpio, recogió ayer la Medalla de Oro y habló sobre el estrado en representación de los cientos de socios que conforman esta histórica entidad de Melilla. En un discurso marcado por la emoción, Hernández aseguró ante quienes abarrotaban el Salón Dorado del Palacio de la Asamblea que este reconocimiento les hará trabajar “aún con más ahínco”.
Según Hernández, la Medalla de Oro significa el reconocimiento a “32 años de un trabajo como club bien hecho”, gracias al cual el Club Scorpio “es considerado por muchos como embajador extraoficial de Melilla en Marruecos”. Allí, en el país vecino, han hecho en este tiempo “infinidad de amigos” y contribuyen al desarrollo turístico con sus visitas.
Pero Hernández también destacó la labor humanitaria que realiza el Club Scorpio, como ya hizo en 1993 para dar acogida a los primeros inmigrantes que llegaron a Melilla, en 2004, llevando ayuda a Alhucemas tras sufrir “el gran terremoto”.
Otro mérito que el Club Scorpio rememoró fue el aumento de todoterrenos en Melilla, así como su colaboración en todas las festividades y eventos que se le han requerido, independientemente del color político que gobernara, “sin pedir nada a cambio”.
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