Campaña mundial de la Educación: El derecho a la educación también está dañado en Melilla

Como todos los años, la Campaña Mundial de la educación en Melilla se plantea no solo concienciar a la opinión pública y a los partidos políticos con la importancia de apoyar la defensa de la educación de calidad como derecho universal en todos los países, sino que también pasamos revista a la situación de la educación en nuestra ciudad.

Los problemas que la educación en Melilla mantiene abiertos son de diversa índole. Como desgraciadamente viene siendo tradicional, se mantienen bolsas de niños y niñas sin escolarizar, en contra de cualquier lógica y de cualquier normativa nacional e internacional, sin que se cuente además con estadísticas oficiales públicas, que solo son puestas encima de la mesa por ONGs que las cifran en algunos cientos.

En este ámbito hay que destacar la controversia creada en muchas personas por la presencia de determinados niños y jóvenes, identificados como menores no acompañados, que se han contabilizado por los medios de comunicación en cientos, vagabundeando por la ciudad sin recibir la educación y atención a la que tienen derecho y que posibilita su integración en cualquier sociedad. Pero a eso hay que añadirle los problemas existentes en el sistema educativo reglado, que debido a la crisis del capitalismo neoliberal y a las decisiones que se están tomando, las dificultades se multiplican en el ámbito familiar.

Como sabemos, la educación es una herramienta para asegurar la equidad, y desde ese punto de vista, se ha publicado recientemente (marzo de 2015), un informe de la prestigiosa entidad internacional Save the Children, en el que se comparan los resultados por CCAA de España sobre un índice de equidad educativa compuesto por 14 indicadores. La situación de Melilla es buena en algunos indicadores, como por ejemplo, en las conexiones a internet, en donde el 97% de las aulas la tienen, según el infrme citado, cuando el promedio de las CCAA es del 86%, o bien el tiempo destinado a realizar actividades físicas, que en Melilla es del 66%, ligeramente por encima del promedio de las CCAA.

Sin embargo, globalmente salimos malparados en la comparación de datos de Melilla con el resto de España y Europa. Por ejemplo: La tasa neta de escolarización 0-2 años es en Melilla del 17%, cuando el objetivo UE desde hace 5 años ya era del 33%. La Tasa de abandono temprano es la mayor de España, del 33%, mientras que el objetivo UE para 2020 es 10%. El índice global de equidad educativa que agrupa 14 indicadores sitúa a Melilla en última posición, cuatro veces por debajo del País Vasco, que lo lidera. Dentro del sistema escolar somos apenas penúltimos.

Si a estos preocupantes datos se añaden la comparación de resultados con las evaluaciones externas en Primaria y Secundaria, el panorama precisa una acción colectiva urgente. Tener las tasas más altas del Estado en pobreza y exclusión social debe considerarse un argumento más para catalogar la situación actual de la educación en Melilla de insostenible.

Por último, y tras un diagnóstico global, cabe considerar la pronunciada desigualdad social existente en Melilla y el llamativo contraste entre los distintos barrios residenciales de la ciudad, que se traducen en importantes problemas sociales.

Según el citado informe, los centros escolares concertados de Melilla obtienen el mayor índice socioeconómico y cultural de toda España (0,22), muy superior a la media nacional que es del 0,07. Sin embargo, los centros escolares públicos de la ciudad obtienen el segundo peor índice del país (-0,76), tras Canarias.

Estos datos nos sitúan claramente como el territorio con las mayores desigualdades en el ámbito educativo, junto con Ceuta. Y como sabemos, la exclusión social y la pobreza infantil quiebran los procesos de aprendizaje y tienen graves consecuencias, probablemente irreversibles, en el ciclo vital de las niñas y niños de hoy.

Propuestas como la reducción de la ratio en las aulas, la construcción de más centros con una distribución nacional, el apoyo a la inclusión en todos los niveles o la formación permanente del profesorado son demandas que deben formar parte de la agenda política de esta ciudad.

El lema de la Campaña Mundial por la Educación en todo el estado español este año es “Yo voto por la educación, ¿Y tú?”, debido a la confluencia de diferentes citas electorales. Por ello, se está haciendo un gran llamamiento a todas las fuerzas políticas y también a los colectivos educativos para que afronten las necesidades de la infancia en este sentido. En Melilla, habida cuenta de todos estos datos, debemos asumir la tarea cuanto antes.

Acceda a la versión completa del contenido