Aznar y Arrimadas

El resultado de las elecciones catalanas, en este caso, han vuelto a servir para dar un toque de atención a todos los partidos. Otra cosa es que quieran entenderlo pero sobre todo que reflexionen acerca de lo que el pueblo les pide y apliquen medidas concretas de saneamiento y de aportar caras y estilos renovados. Rajoy no muestra preocupación por Ciudadanos y afirma que su rival sigue siendo el PSOE. Y no debemos olvidar que ha sufrido cinco golpes importantes, europeas, andaluzas, autonómicas, municipales, y ahora catalanas. También el escenario ha cambiado considerablemente hasta el punto que el bipartidismo queda muy resentido.
La opinión de Aznar debe ser escuchada y lo que es mejor, valorada. Advertir, como lo ha hecho quien fue presidente del Gobierno, que “el PP se enfrenta al peor escenario posible en las generales. Tu rival de la izquierda queda fortalecido, tu espacio queda mermado, los secesionistas van a continuar el proceso. Tu posición está seriamente comprometida. Es para que algunos piensen seriamente por qué el partido del Gobierno no ha sido capaz de representar a la mayoría de las fuerzas constitucionales en Cataluña”, debe servir para ponerse a trabajar, pero no eligiendo como candidatos a los sumisos sino a los mejor preparados, ni tampoco a los que un día se subieron a un carro porque sus siglas se desmoronaban mientras odiaban al PP, sino a los que tienen ideas, desde siempre, y valores.

Aún es hora de hacer una catarsis pero no de políticas de avestruz, de escuchar pero no que la prepotencia les aleje del clamor de la calle, de ese electorado que se les va sin poner remedio. Ciudadanos, en las catalanas, ha conseguido un gran capital exportable a las generales y su presidente, Alberto Rivera, está consolidado como político nacional. Es cierto que se lo jugaron al nombrar como candidata a Inés Arrimadas, pero el sentido de los catalanes ha apoyado a una candidata que mas allá de dar bien ante una cámara, tiene un mensaje claro de regeneración, que es el que demandan los votantes a todos y cada uno de los partidos.

Obviar a Ciudadanos, como hacen algunos, no les va a impedir a esta fuerza emergente que puedan ser quienes decidan, si consiguen más de veinte escaños en el Congreso de los Diputados, quién Gobierna en España. Cuando leía el otro día la entrevista que “El Mundo” le hacía a la jefa de la oposición en el Parlamento catalán, Inés Arrimadas, notaba que asume la realidad de su Comunidad: “PP y PSOE miraron a otro lado cuando en Cataluña se construía el discurso actual”.

Ciudadanos ha obtenido tan buenos resultados porque al día de hoy tienen como mensaje que quieren seducir a los catalanes con un nuevo proyecto de España. Seguro que el lenguaje para convencer que nace del ejemplo será determinante en las elecciones generales del 20 de Diciembre.

Este año las Navidades y todo lo que el consumismo conlleva llegaran más tarde, antes deberemos decidir qué es lo mejor para el futuro de todos en los próximos cuatro años.

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