Varios trabajadores de Delfi Vertical culminaron ayer por la mañana la demolición controlada del revestimiento de la fachada de Averroes que llevaba casi una semana prácticamente en el aire tras el desprendimiento de la semana pasada. En un visto y no visto, los operarios apenas tuvieron que ayudarse de una palanca para echar abajo el tramo de tabique capuchino que quedó casi suelto hasta la siguiente junta de dilatación, y también la parte del frontal superior como medida preventiva. Esta demolición controlada empezó a las 9.30 horas y resultó en algunos momentos muy espectacular, como cuando en un momento dado, se vino debajo de una pieza un tramo de fachada que abarcaba casi tres pisos. Una vez en el suelo, debido al fuerte impacto, se hizo añicos provocando un gran estruendo, aunque en esta ocasión sin el tremendo susto de la semana pasada, cuando el desprendimiento se produjo por sí solo.
El presidente en funciones de la Empresa Municipal de Vivienda y Suelo de Melilla (Emvismesa), Javier Lence, explicó en declaraciones a MELILLA HOY que tuvieron que ser desalojadas las seis viviendas donde coincidía el revestimiento que iba a ser echado abajo como medida preventiva. Ayer mismo se llamó a las familias que habitan en ellas para comunicarles que ya podían regresar, una vez que los Bomberos inspeccionaron las viviendas y tomaron las mismas medidas de seguridad en las ventanas que en las 12 casas que también fueron desalojadas la semana pasada.
El siguiente paso, una vez que se ha dejado la fachada sin trozos de tabique sueltos, es terminar los informes técnicos correspondientes que Lence ha encargado a la constructora, a la dirección facultativa de la obra y a la dirección técnica de Emvismesa para que den sus opiniones sobre las causas de este desprendimiento, además del peritaje a una empresa externa especializada sobre el estado de Averroes para determinar las responsabilidades.
